LA INNOVACIÓN

Tal como mencionó el profesor P.M del colegio EGB, la realidad de la clase y de las circunstancias imprevistas varía mucho de lo que se programa mediante un proyecto, pues existe un desfase entre lo que se programa y lo que se hace en clase y son muchos los aspectos problemáticos que ofrece la realidad escolar en relación con el diseño.

La discrepancia que existe entre el diseño y la realidad de la clase puede deberse a diversos factores entre ellos los siguientes:

• Si el diseño se hace por obligación o formalismo

• Si los objetivos son poco funcionales

• Si no existe un diagnóstico inicial adecuado

• Si es llevado a la práctica con falta de flexibilidad

• Si los procedimientos didácticos son inapropiados

Otra cuestión que surge es entonces si la programación es una pérdida de tiempo y la respuesta depende mucho de cómo la diseñemos, pues la programación debe ser una guía flexible. Un plan expreso y sistemático, que ayude a especificar los objetivos previendo la realidad, pero nunca siendo rígida.

Cuando la programación solo es efectiva para una parte de la clase, podemos organizarla por grupos y reconstruirla fomentando grupos de trabajo en colaboración y para que los más adelantados y los más atrasados trabajen en unidad debemos diseñar procedimientos de intercambio o de puesta en común.

Es importante recordar también que el hecho de que una programación lo sea efectiva en un curso no significa que esa misma lo será en otro, pues esta ha de acomodarse a los alumnos a quienes va dirigida y la interacción como el éxito es en función de las características propias del nuevo grupo.

En conclusión podemos decir que el que los profesores diseñen sus clases es bueno para la enseñanza eficaz, siempre y cuando su programación esté abierta al rediseño cuando sea oportuno, recordando siempre que el diseño de esta debe ser realista a fin de enriquecer el proceso de enseñanza- aprendizaje.

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