LA PUBERTAD Y ADOLESCENCIA

INTRODUCCIÓN

Todos los órganos y aparatos del organismo realizan su actividad de acuerdo con las necesidades de cada momento, pero ninguno de ellos actúa de forma autónoma e independiente, sino en función de las actividades de los demás para que el conjunto orgánico funciones coordinadamente es preciso que exista un sistema regulador que envié mensajes u órdenes a los órganos para que actúen de una manera determinada. Una época de la vida en que el sistema endocrino tiene su máxima actividad es la pubertad, periodo en el que el organismo experimente una serie de transformaciones que tienen como resultado el paso de la niñez a la edad adulta.

Se denomina pubertad a un periodo de la vida en el que se produce un periodo de cambios físicos y psicológicos que constituyen el paso desde la infancia a la edad adulta. El termino adolescencia más restringido, suele emplearse en relación a las características psicológicas de los individuos que se encuentran en esta etapa de la vida.

La pubertad puede prolongarse durante seis a ocho años; se inicia en general, entre los 8 y los 14 años de edad y finaliza entre los 17 y 20.

Entre los cambios más importantes que ocurren durante la pubertad cabe destacar el crecimiento de la talla y el aumento del peso corporal; la irrupción del deseo sexual y el desarrollo de los órganos genitales, hasta llegar a su madurez sexual; el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios, y la maduración progresiva del sistema nervioso, que se acompaña de modificaciones de orden psicológico y mental.

La pubertad es una etapa normal de la vida se produce de forma fisiológica o natural, los cambios característicos que tienen lugar durante la pubertad están controlados por la información genética que albergan los cromosomas celulares. Simplemente ocurre que, en un momento dado, y por mecanismos aun no conocidos completamente, se pone en marcha un reloj biológico del organismo y se desencadenan las modificaciones que darán inicio de la pubertad.

Los cambios ocurren esencialmente en los núcleo nerviosos del hipotálamo, puente entre el sistema nervioso y el sistema endocrino, y en la hipófisis, una pequeña glándula endocrina que depende del hipotálamo . ambas estructuras trabajan de forma coordinada, en lo que se conoce como eje hipotalámico – hipofisario, que hace que las veces de director de orquesta del sistema endocrino del organismo.

El hipotálamo comienza a secretar unas sustancias, conocidas como factores de liberación, que actúan sobre la hipófisis, haciendo que esta glándula elabore y vierta en la circulación sanguínea cantidades importantes de diversas hormonas. Una de ellas, la hormona del crecimiento, somatotropica, o STH, actúa sobre la practica totalidad de los tejidos del organismo, induciendo su crecimiento.

Esto se traduce en un notable desarrollo del esqueleto y un marcado crecimiento en la masa muscular. Otras hormonas hipofisarias fundamentales de la pubertad son las gonadotropinas, que actúan sobre las gónadas, es decir, sobre los testículos y los ovarios.

Las gonadotropinas inducen, a su vez, la elaboración y secreción de las hormonas que producen estos órganos. En los varones, los testículos comienzan a producir cantidades importantes de las hormonas denominadas andrógenos, en particular la testosterona. En las mujeres, los ovarios hacen lo propio con los estrógenos.

Los andrógenos son los responsables del crecimiento y maduración de los órganos sexuales masculinos y femeninos, del desarrollo de los caracteres sexuales secundarios de la presentación de la libido.

En los varones los primeros cambios se aprecian en los genitales. En una primera fase de la pubertad se observa un aumento de tamaño de los testículos y la aparición de arrugas en el escroto. Asimismo, se puede apreciar un crecimiento progresivo del vello del pubis. Uno o dos años mas tarde suele verificarse un crecimiento progresivo del pene, que incrementa tanto su longitud como su diámetro.

En una segunda etapa de la pubertad se puede apreciar que el vello del pubis adopta una forma romboidal característica, y que el vello axilar y facial se va transformando paulatinamente en barba y bigote. También tiene lugar un notable crecimiento esquelético y muscular, que acabara dando al cuerpo el típico aspecto de la silueta masculina, y un cambio progresivo de la voz, que se va haciendo mas grave. Todos estos son los denominados caracteres sexuales secundarios masculinos.

Al mismo tiempo los órganos internos van madurando. Los testículos comienzan a secretar hormonas y a elaborar espermatozoides, y las erecciones espontaneas se hacen frecuentes. Las primeras eyaculaciones suelen presentarse uno o dos años después de haber observado el crecimiento del tamaño del pene; en general, ocurren de forma inconsciente, durante el reposo nocturno: son las llamadas poluciones nocturnas.

En las mujeres se observan inicialmente un aumento del tamaño de las mama y la aparición de vello en el pubis.

En una segunda fase se aprecia que el vello del pubis adopta una disposición triangular característica, y se observa el crecimiento de vello en las axilas. También se aprecia un crecimiento generalizado del cuerpo: cadera y los músculos se ensanchan y se van formando los depósitos de grasa, en especial en las nalgas

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