LAS ARTES VISUALES COMO ESTRATEGIA PEDAGÓGICA PARA GENERAR ESPACIOS DE INTEGRACIÓN

REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

PROGRAMA NACIONAL DE FORMACIÓN AVANZADA

ARAURE ESTADO PORTUGUESA

LAS ARTES VISUALES COMO ESTRATEGIA PEDAGÓGICA PARA GENERAR ESPACIOS DE INTEGRACIÓN ESCUELA COMUNIDAD

Autora: Sofía Cangero

Araure, Noviembre del 2018

INDICE DE CONTENIDO

Contextualización y problematización de la realidad

A través del tiempo, se ha considerado que la educación formal de los niños corresponde solamente al maestro, lo que establece un paradigma relacional entre el niño y el educador. Hoy día, el diseño curricular es congruente con la realidad de que los padres son agentes esenciales en la educación de sus hijos. Su participación es de suma importancia para el éxito, tanto del estudiante, como de la escuela. Así, también, lo es el vínculo con los miembros de la comunidad, especialmente si se desean mantener relaciones recíprocas entre todos los sectores.

En este orden de ideas, una de los preceptos de la Ley Orgánica de Educación (2007), es reconocer a la comunidad como parte inherente al logro de los objetivos educativos, en virtud de lo cual, en una perspectiva humanista social, está orientada hacia el desarrollo humano, la formación del ser social; hecho consistente en garantizar la universalización de los derechos fundamentales.

Particularmente, se hace referencia a la importancia de desarrollar relaciones recíprocas con las familias, en las que exista: respeto mutuo, cooperación, responsabilidades compartidas y negociación de las diferencias para lograr una meta común: el desarrollo integral del estudiante. Al respecto, Bronconeumonía (citado por Márquez, 2014, p.25), en su teoría ecológica, establece que “las personas no se desarrollan por sí mismas, sino que son afectadas por todos los diferentes sistemas de los que forman parte (la familia, escuela, iglesia, entre otros). Influye, además, la forma en que dichos elementos interactúan unos con otros” (p.56).

Se plantea así, un escenario orientado hacia la escuela integradora y democrática, donde todos los miembros de la comunidad participen en la toma de decisiones, en la ejecución y evaluación de las actividades escolares. Esto significa la presencia de la comunidad en la actividad educativa para hacer uso racional de la escuela y su entorno. La vinculación suscitada entre escuela, familia y comunidad, propicia la construcción de aprendizajes cognitivos, afectivos y morales para la cimentación tanto de la identidad individual como la de las instituciones donde se actúa junto a la misma sociedad.

Por esta razón, la integración escuela - comunidad representa un hecho de suma importancia para el crecimiento del niño, niña y adolescente. Ante esto y la realidad existente, queda como responsabilidad de los maestros involucrar a los padres, familiares y personas de la comunidad para enriquecer el proceso educativo formal de los estudiantes y ayudarlos a apoderarse de su papel dentro del mismo.

No obstante, esta integración no ha sido una condición distintiva de la educación básica en Venezuela, por cuanto es casi una constante el aislamiento de la escuela respecto a la comunidad donde se encuentra, pues entre ambas partes no hay una relación de colaboración ni de cooperación en los términos que debiera; es decir, no trabajan en equipo para la búsqueda de objetivos comunes; por consiguiente, la escuela ha actuado únicamente como un centro de enseñanza y no ha ejercido su papel como agente socializador.

Al respecto, Pozner (2014), señala que, aun cuando la escuela tiene autonomía para adecuar, organizar, administrar y convocar a los distintos actores sociales para participar en sus tareas, “ha sido una institución aislada en su comunidad, que cumple y aplica normativas centralizadas”(p.25). Ante esta realidad, el personal educativo ha actuado pasivamente, deslindados del acontecer comunitario que rodea la escuela.

Esta situación se intensifica cuando se trata de integrar a los actores educativos en las actividades académicas de los estudiantes, debido a la baja participación de los padres en los procesos educativos, culturales y deportivos de sus hijos; tal es el caso de la Escuela Batalla de Araure del Municipio Araure del Estado Portuguesa, mediante diagnostico realizado a la institución, se observaron ciertos hechos relacionados con la apatía de los padres - representantes para participar y colaborar en asuntos escolares de cualquier índole, escasa actitud de diálogo entre docentes y comunidad en general. Asimismo, se evidencia falta de estrategias pedagógicas que generen espacios que le permita a los docentes llegar a los padres y demás miembros de la comunidad. De ese modo, es posible que no prevalezca una integración positiva entre los miembros de la comunidad y a escuela.

Si bien, la escuela es el lugar-espacio en el que se experimentan e intercambian las vivencias personales y colectivas de la mayoría de estudiantes, se adquieren la mayor cantidad de conocimientos, se desarrollan actividades tendientes a reforzar habilidades emocionales, capacidades cognitivas, psicomotrices y actitudinales del alumnado. El uso de estrategias basada en las artes visuales para generar espacio para la integración de la escuela con la comunidad contribuiría a reforzar el repertorio simbólico y representacional que explican el mundo a partir de los procesos dinámicos que se entrelazan desde lo emocional, social, cultural y educativo.

 En este sentido, Elichiry y Regatky (2015) señalan que las artes visuales son una forma de “desarrollo de la sensibilidad que involucra un concepto amplio de cultura ya que plantea interés por estimular las capacidades del individuo, de su grupo sociocomunitario para desarrollar las potencialidades creadoras, organizar su experiencia y ponerla en contacto con los otros” (p.56).

En definitiva, la artes visuales en los niños y niñas de educación primaria estudia la sensibilidad, mediante la experiencia sensible de interacción transformadora y comprensiva del mundo y en especial de su entorno comunitario; cuya razón de ser es eminentemente social y cultural. Al respecto, Morales (2015) señala que, para que esto sea posible “se requiere por parte del estudiante y del docente el autoconocimiento, la formación conceptual, el desarrollo del sentido de pertenencia y arraigo, de la comprensión de los significados culturales y de su conciencia histórica local y universal” (p.52).

Por otra parte, es innegable que las prácticas artísticas y culturales promueven experiencias sensibles como construcciones sociales, pues están siempre en relación con otros, fomenta valores de convivencia, solidaridad, y de trabajo en equipo, como el respeto y la confianza. Involucra en el desarrollo interpersonal la relación social de la práctica artística, que surge en el plano íntimo y emotivo de expresión personal hacia el plano público, colectivo y social.  Es en base a lo expuesto es que se plantea la siguiente interrogante: ¿como se pueden generar espacios de integración escuela comunidad por medio de las artes visuales?. Esta situación se relaciona con la cultura como determinante del proceso educativo; la producción cultural como parte fundamental del currículo.

Por lo tanto. la solución potencial del problema científico se expresa en el siguiente Objetivo: Generar espacios de integración escuela comunidad por medio de las artes visuales que faciliten en los estudiantes de la Escuela Básica “Batalla de Araure” el desarrollo de las habilidades de expresión creativa.

En consecuencia se diseñaron estrategias didácticas que permitan:

Implementar visitas a sitios históricos y culturales de la comunidad que propicien en los estudiantes de la Escuela Básica “Batalla de Araure” la formación conceptual y de expresión creativa de los significados culturales e históricos locales.

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