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LOS SIETE SABERES NECESARIOS PARA LA EDUCACIÓN DEL FUTURO

sttevjaz25 de Marzo de 2014

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CAPÍTULO III

ENSEÑAR LA CONDICIÓN HUMANA

La educación del futuro deberá estar universalmente centrada en la condición humana. Conocer lo humano es situarlo en el universo y a la vez separarlo de él.Los progresos concomitantes de la cosmología, las ciencias de la tierra, la ecología, la biología, la prehistoria, han modificado las ideas sobre el Universo, la Tierra, la Vida y el Hombre mismo. Es imposible concebir la unidad compleja de lo humano por medio del pensamiento disyuntivo que concibe nuestra humanidad de manera insular, por fuera del cosmos que le rodea, de la materia física y del espíritu del cual estamos constituidos.

1. Arraigamiento <->desarraigamiento humano

Debemos reconocer nuestro doble arraigamiento en el cosmos físico y en laesfera viviente, al igual que nuestro desarraigamiento propiamente humano.Estamos a la vez dentro y fuera de la naturaleza.

1.1 La condición cósmica

Hemos abandonado recientemente la idea de un Universo ordenado, perfecto, eterno, por un Universo que nace en la irradiación, en el devenir disperso, donde actúan de manera complementaria, concurrente y antagónica: orden, desorden y organización.Nuestra tierra es un trompo minúsculo que gira alrededor de un astro errante en la periferia de una pequeña galaxia en el suburbio de un gigantesco cosmos en expansión.

1.2 La condición física

La vida surgió en los destellos de los resplandecientes torbellinos solares, nosotros somos apenas una pajilla de la diáspora cósmica.

1.3 La condición terrestre

La Tierra se auto-produjo y se auto-organizó dependiendo del sol, se constituyó en un complejo bio-físico a partir del desarrollo de su biosfera. Somos a la vez seres cósmicos y terrestres. Como seres vivos de este planeta dependemos vitalmente de la biosfera terrestre: debemos reconocer nuestra muy física y muy biológica identidad terrenal.

1.4 La humanacondición

La hominización debe ser tema de la educación, pues muestra cómo animalidad y humanidad constituyen juntas nuestra condición humana, desde el homo habilis, erectus, neanderthal, sapiens, en los que se sigue un proceso de bipedización, manualización, erección del cuerpo, cerebralización, complejización social y surgimiento del lenguaje y la cultura. El homínido se humaniza mediante un doble principio biofísico y psico-socio-cultural. En Habermas el énfasis está en el surgimiento del lenguaje simbólico y en la interacción intersubjetiva, la socialización y la individuación, que se dan al mismo tiempo.

2. Lo humano de lo humano

2.1 Unidualidad

El humano es un ser plenamente biológico y plenamente cultural: homo sapiens es también homo demens.

2.2El bucle cerebro-espíritu-cultura

El hombre se completa por y en la cultura. No hay cultura sin cerebro ni espíritu sin cultura. La mente humana es una emergencia que nace y se afirma en la relación cerebro-cultura.

2.3 El bucle razón-afecto-impulso

Tienen una relación inestable, permutante, rotativa. La racionalidad no dispone de todo el poder, puede ser dominada, esclavizada y sumergida por la afectividad o el impulso.

2.4 El bucle individuo-sociedad-especie

Las interacciones entre los individuos producen la sociedad y en ésta emerge la cultura. Construir una ética de la plenitud del sujeto y su libre expresión, constituyen acuerdos fundamentales en Morin y en Habermas, son también el medio y el fin para Senge y Freire. Todo desarrollo verdaderamente humano significa desarrollo conjunto de las autonomías individuales, de las participaciones comunitarias y del sentido de pertenencia a la especie humana.

3. Unitas multiplex: la unidad y la diversidad humana:

La educación del futuro deberá velar por que la idea de unidad de la especiehumana no borre la de su diversidad, y que la de su diversidad no borre la de launidad.

3.1 El campo individual

Todo ser humano tiene sus propias singularidadescerebrales, mentales, psicológicas, efectivas, intelectuales, subjetivas.

3.2 El campo social

En el campo de la sociedad hay una unidad/diversidad de las lenguas y cultura.

3.3Diversidad cultural y pluralidad de individuos

Se dice justamente La Cultura; se dice justamente las culturas, pues la cultura no existe sino a través de las culturas. El ser humano es él mismo a la vez uno y múltiple, constituye en sí un cosmos de pulsiones físicas e instintivas y de sueños y fantasmas, extravíos de lucidez y locas tormentas.

3.4 Sapiens-demens

Se debe abandonar las visiones solamente racionales, técnicas o utilitarias, pues el ser humano se nutre de antagónicos:

sapiens y demens (racional y delirante)

faber y ludens (trabajador y lúdico)

empiricus y imaginarius (empírico e imaginador)

economicus y consumans (económico y dilapilador)

prosaicus y poeticus (prosaico y poético)

3.5 Homo complexus

Diké, la ley sabia, es hija de Ubris, la desmesura. El tejido humano es al tiempo racional, neurótico, infantil… La locura es un problema central del hombre, pues sondea lo indecible y está en la frontera del genio, más allá de lo real, de lo lógico, de lo social y lo cultural, en los terrenos de la incertidumbre. A pesar de la compleja ebullición de la naturaleza humana, se ha producido desarrollo técnico y científico, se han cimentado civilizaciones que han dado sus frutos en filosofías y ciencias: la Humanidad ha dominado la Tierra y nos hemos convertido en ciudadanos del planeta.

CAPITULO IV

ENSEÑAR LA IDENTIDAD TERRENAL

La mundialización es uno de los problemas de nuestro tiempo y la educación debe trabajar con un pensamiento policéntrico para la identidad y la conciencia terrenal.

1. La era planetaria

El mundo se vuelve cada vez más un todo. Morin señala aspectos de la mundialización que nosotros llamamos globalización. El desarrollo está en un punto insostenible. Es necesaria una noción más rica y compleja del desarrollo, que sea no sólo material, sino también intelectual, afectivo, moral.

2. El legado del siglo XX

El siglo XX fue el de la alianza de dos barbaries: la primera viene desde elfondo de la noche de los tiempos y trae consigo guerra, masacre, deportación,fanatismo.

2.1 La herencia de muerte

La evolución humana es un crecimiento del poder de la muerte.

2.1.1 Las armas nucleares y los nuevos peligros

La dominación desenfrenada de la naturaleza por la técnica conduce a la humanidad al suicidio.

2.2 Muerte de la modernidad

Si la modernidad se defiende como fe incondicional en el progreso, en la técnica, en la ciencia y en el desarrollo económico, entonces esta modernidad está muerta.

2.3 La esperanza

2.3.1 El aporte de las contracorrientes

La contracorriente ecológica, la contracorriente cualitativa, la contracorriente estética, la contracorriente de la espiritualidad y la frugalidad, la contracorriente de los principios de la solidaridad y la contracorriente de las éticas de la paz. Es precisa civilizar la Tierra-Patria como casa y jardín comunes de la humanidad.

2.3.2 En el juego contradictorio de las posibilidades

La mente humana podría desarrollar aptitudes aún desconocidas en la inteligencia, la comprensión y la creatividad. La posibilidad antropológica, sociológica, cultural y mental de progreso restaura el principio de esperanza, pero sin certeza científica, ni promesa histórica. Por esto la toma de conciencia, el despertar de la voluntad, del coraje, del azar, se han vuelto urgentes y primordiales. La reforma del pensamiento se ha vuelto vital. Habermas diría que es preciso construir una nueva teoría racionalizadora y Senge que se deben transformar los modelos mentales.

3. La identidad y la conciencia terrenal

Se puede avanzar en la noción Tierra-Patria. Por esto es necesario aprender a estar ahí, en el planeta: aprender a vivir, a compartir, a comunicarse y a comulgar. (Se parecen a los principios de aprender a ser, hacer, saber, convivir y discernir, que nosotros empezamos a compartir).Habermas lo explica así: en el mundo de la vida se requiere de una acción comunicativa que nos conduzca al entendimiento, a la coordinación de la acción, a la interacción, a la socialización y a la individuación.

Debemos inscribir en nosotros las conciencias antropológica, ecológica, cívica terrenal y espiritual. Los Estados deben abandonar su soberanía e integrar un mundo policéntrico y acéntrico, no sólo en el ámbito político y económico, sino ante todo cultural. Oriente y Occidente, Norte y Sur deben religar su disyunción a favor de la sabiduría de vivir unidos.

Se impone salvar la unidad humana y salvar la diversidad humana, civilizar y solidarizar la Tierra, aprender una ética de la comprensión planetaria. Casi son los mismos términos de Habermas, cuando pide construir una nueva moral, construir intersubjetividad y consenso por medio del diálogo. Por

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