La Alimentacion Y Nutricion

Introducción

La alimentación consiste en la obtención, preparación e ingestión de alimentos. La nutrición es el conjunto de procesos fisiológicos mediante los cuales los alimentos ingeridos se transforman y se asimilan, es decir, se incorporan al organismo. Debemos hacer conciencia (aprender) acerca de lo que ingerimos, para qué y cuál es su utilidad y los riesgos. Por lo tanto la alimentación es un acto voluntario y la nutrición es un acto involuntario.

La alimentación es un proceso diario y esencial para el mantenimiento de la vida; los hábitos alimentarios forman parte de la cultura de cada pueblo, los cuales son aprendidos desde la infancia con los primeros alimentos que se le ofrecen al niño. Además de ser necesarios para mantener la vida están vinculados con estilos de vida y tradiciones familiares.

“Importancia de una alimentación adecuada para la prevención y atención de trastornos y enfermedades (efectos físicos, cognitivos y afectivos de los niños)”

Es importante que conozcamos las distintas etapas por las que pasan los niños, para comprender mejor las pautas alimenticias y las exigencias nutricionales de cada momento. En la edad preescolar, que corresponde de los 3 a 6 años, el niño ya ha alcanzado una madurez completa de los órganos y sistemas que intervienen en la digestión, absorción y metabolismo de los nutrientes. Es una etapa de crecimiento más lento y estable, en la que los niños ganan una media de 2 kilos de peso.

En la etapa antes mencionada, los niños realizan una gran actividad física, por la que su gasto energético aumenta, y por lo tanto deberán adaptar su consumo de calorías y compensar esa perdida. Desde el punto de vista del desarrollo psicomotor, el niño ha alcanzado un nivel que le permite una correcta manipulación de los utensilios empleados durante las comidas, siendo capaz de usarlos para llevar los alimentos a la boca sin ayuda y con orden.

Una característica de esa edad es el rechazo a los alimentos nuevos, por el temor a lo desconocido. Lo anterior es parte normal del proceso madurativo en el aprendizaje de la alimentación, lo que no significa que sea falta de apetito. Debemos ser conscientes que el niño preescolar puede reconocer y elegir los alimentos al igual que el adulto. Normalmente, el niño tiende a comer lo que ve comer a sus padres y a otras personas que le acompañan. Ellos observan e imitan, incluso en la alimentación. Por ellos es extremadamente importante que seamos un buen ejemplo para ellos principalmente en la alimentación, no seamos incoherentes en lo que pedimos y lo que los adultos hacemos. En la escuela, ese proceso se ampliará, y el niño adquirirá hábitos nuevos debido a las influencias externas.

La mala alimentación o desnutrición afectan el rendimiento escolar de los niños.

Algo muy interesante que quizás no muchos tenemos conocimiento de ello, es que el hecho de haber nacido con bajo peso, haber padecido anemia por deficiencia de hierro, o deficiencia de zinc, pueden significar un costo de hasta 15 puntos en el Coeficiente Intelectual teórico, y varios centímetros menos de estatura.

Un niño de baja talla social tiene hasta veinte veces más riesgo de repetir grados que otro de talla normal.

No quedan dudas que la desnutrición afecta el desarrollo intelectual. Es por ello que necesitamos no únicamente alimentar a los pequeños, sino, nutrirlos y enseñarlos a que ellos elijan alimentos que justamente les brinden en conjunto una alimentación balanceada. Para los cientos de miles de niños que están en una situación de subalimentación y mala nutrición, el riesgo de fracaso escolar es muy alto. Sobre la base de lo antedicho, consideramos

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