La Boca Del Lobo

“La Boca Del Lobo”

Era el año 1983 en el departamento de Ayacucho, en Chuspi, un pequeño pueblo de la zona de emergencia declarada por el gobierno peruano y asolado por Sendero Luminoso, llegaba un escuadrón del ejército al mando del teniente Basulto y el sargento Moncada quienes llegaban con sus hombres, entre ellos Vitín Luna, un joven que en Lima no logró ingresar a la escuela de Oficiales , pero pidió su traslado a “ la zona roja” para así hacer mérito y lograr su ingreso directo a dicha Institución y de esta manera poco a poco ascender de grado.

Cuando llegaron a este pueblo se sorprendieron por la soledad que se sentía en este lugar. Era un ambiente totalmente lleno de miedo, sin reglas, donde cada habitante de la zona día a día rogaba por su vida.

Todos los miembros del ejército se alojaron en la precaria comisaría que aún se encontraba de pie a pesar de los constantes ataques subversivos.

El teniente Basulto le ordenó al sargento Moncada que asignara las labores que tenía que hacer cada militar. Luna, militar en servicio, al izar la bandera se da cuenta de las insolentes miradas que tenían algunos pobladores entre hombres y mujeres de la zona , quienes observaban con unas enigmáticas miradas que daban mucho que pensar a primera impresión. Llegada la noche, los militares Luna y Gallardo (amigos) conversaban sobre que estarían haciendo en esos momentos en Lima, quizás bebiendo licor o saliendo a bailar con alguna chica. Vitín tenía grandes aspiraciones de ingresar a la Escuela de Oficiales, todo esto le contaba con abundante emoción a su amigo Gallardo quién tenía mucho miedo que los terroristas llegaran y acabaran con todos ellos. A la mañana siguiente, el militar Luna se despertó temprano y como era de su costumbre, salió a correr, saludó a Escalante y a Quispe, militares que estuvieron de servicio cuidando los alrededores de la comisaria de Chuspi, ni bien emprendió su salida Luna se quedó horrorizado al ver que la bandera que él mismo había izado había sido arriada y cambiada por una bandera senderista que en su fondo mostraba el símbolo de la hoz y el martillo.

Avisó a su superior el cual muy furioso regañó a los militares que estaban de guardia, les dijo que como era posible que en sus propias narices hallan puesto dicha bandera.

Luna se percata que los senderistas habían trepado un muro de la parte trasera de la comisaría que da a la calle y por allí habían subido y cambiado la bandera de la comisaría. Todo esto le informa a su teniente.

Enseguida Basulto ordenó a sus hombres que formaran grupos y supervisaran cada rincón de las precarias viviendas de Chuspi.

Luna y Gallardo entraron a la casa de un poblador pateando su frágil puerta de madera, en el silencio se escuchó un ruido, era el dueño de la casa que quería

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