La Etapa Indígena

ACTIVIDAD 2. LA ETAPA INDÍGENA

Tepochcalli: era la institución para los hijos de los macehualtin o plebeyos; recibían una educación con énfasis en el entrenamiento militar. Los jovencitos aprendían a soportar el peso cargando troncos ala espalda, luego llevaban las virtuallas y marchaban a la zaga de los batallones; más adelante participaban como ayudantes de los mayores en el aseguramiento y en la conducción de los prisioneros. Pero, no todo era tan malo, pues, estos estudiantes podían ir a comer a sus casase incluso parece que también a dormir.

Los muchachos del telpochcalli eran vulgares, groseros, de habla burda: usaban “palabras gruesas de ave”, es decir, insultos. Además de las prácticas y religiosas, hay dos ocupaciones importantes en el telpochcalli: se trata de la congregación para trabajar en obras públicas, como diques, edificios o chinampas, y de la reunión nocturna para participar en las jornadas de danza.

Por otra parte tenemos el calmecác, en donde preparaban a los jóvenes para desempeñar los altos cargos en el gobierno y el sacerdocio. Como se dijo antes, era la escuela de la elite. Este tipo de institución pone énfasis en las obligaciones religiosas. Sus maestros eran sacerdotes. Los muchachos eran sometidos a una rutina de mortificaciones y auto sacrificios que tenían la finalidad de habituarlos a realizar la ofrenda de sangre con la intención de endurecerlos y acostumbrarlos a la disciplina. A la media noche eran despertados para tomar baños de agua helada y practicaban fuertes ayunos.

La reclusión era estricta en el calmecác, no podían tener ningún acercamiento a su familia. Los castigos eran muy severos: los azotaban, los apaleaban con leños ardientes e incluso podían ser castigados con la muerte si se entregaban a la bebida o mantenían relaciones sexuales. Sin duda de este tipo de educación ya no queda nada, pues, hoy en día están los derechos de los niños y el castigo con cárcel a aquellos padres que abusen de cualquier forma de sus hijos.

Los estudiantes del calmecác debían aprender a interpretar tres tipos de libros: el tonalámatl, el xiuhámatl y el libro de los sueños.

En la obra de Sahagún, destaca que los jovencitos del tepolchcalli se les enseñaba el quallitlatolli, la buena manera de hablar, se reitera que eran muchachos de vida más recta, son mayor control, con límites y castigos más estrictos.

En Mesoamérica los oficios artesanales alcanzaron un grado de diversificación y especialización muy notable. Según indicios, lo más probable es que la transmisión de conocimientos artesanales haya ocurrido dentro de los barrios, en los talleres familiares. Es muy probable que los jóvenes artesanos continuaran su aprendizaje del oficio paterno en los horarios que la tepolchcalli les dejara libres. Los pintores de códices o tlacuilos deben haberse formado en sus respectivos barrios, y lo que aprendían los nobles en el calmecác tendría más que ver con la definición de los códices que con su elaboración material. El trabajo artesanal era muy estimado.

Los indígenas describen al maestro: “tlacazcaltiani, tlacaoapaoani, in teixcoionisni, in tenacaztlapoani. In imac, in icaac ca in alcecec, in tzitzicaztli”.la traducción: “ el que enseña, el que educa, el que horada el rostro a la gente, el que destapa las orejas de la gente. En sus manos, en su boca, esta el agua fría, la ortiga”. Los verbos a partir delos cuales se construyen los términos 2enseñar y educar” son izcaltía y uapaua, respectivamente: hacer crecer, en un sentido biológico- el primero- y endurecer- el segundo. El maestro ayuda al niño a crecer y endurecerse. La idea de abrir o destapar los orificios que permiten la visión y la audición sugiere un adiestramiento de la percepción. Pero, si tomamos en cuenta que la expresión teixcoionani se refiere a la perforación del rostro en su conjunto, no habría por qué excluir la apertura de la boca, por lo tanto el término aludiría también, claramente, una vez más a la expresión. La frase “el agua fría y la ortiga” enuncia metafóricamente el castigo, que podría consistir desde una represión verbal hasta azotes u otros golpes. Los nahuas, rechazan la holgazanería, el robo y el adulterio

A los nobles seles exigía una conducta ejemplar, que justificara su posición de privilegio

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