La Medicina En El Renacimiento
DarkSakura2229 de Septiembre de 2013
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LA MEDICINA EN EL RENACIMIENTO
Justificación
La importancia del renacimiento en la medicina se da porque en esta época se sientan las bases de la ciencia moderna, buscando la explicación de los fenómenos a través de la razón y la experimentación, en lugar de conformarnos con soluciones religiosas o supersticiosas.
En Italia, especialmente en Florencia, Roma y Venecia, surge un movimiento intelectual, filosófico y cultural que llaman Humanismo, que se extiende con rapidez por el resto de Europa.
Al igual que hicieron los filósofos griegos, los humanistas de ahora fijan su interés y estudio en el hombre como centro del universo. Es lo que se llama Antropocentrismo es ahí donde entra la importancia de la medicina debido al estudio más a fondo para conocer cada aspecto del ser humano tanto como en anatomía como en cirugía. Además, estos artistas han hecho “renacer” el arte clásico que se desarrolló en Grecia y en Roma.
En el Renacimiento se produce una vuelta hacia los estudios de Hipócrates que centra principalmente en los estudios anatómicos del cuerpo humano, especialmente en lo que se refiere al estudio de los músculos, a la cirugía y a las enfermedades infecciosas.
A partir de esta época y dada la mayor importancia que se le otorga al conocimiento del cuerpo humano al desarrollo de nuevas técnicas e instrumentos para detener el sangrado, así como la mayor importancia que se otorga a la higiene y a la asepsia para evitar infecciones , aparecen médicos que producen grandes avances en cirugía y traumatología.
No menos importante resulta la aportación de esta época al estudio y descubrimiento de enfermedades como la sífilis o el tifus.
Es una época en la que se escriben grandes tratados sobre medicina, especialmente en cuanto a cirugía, enfermedades infecciosas y descripción de enfermedades en general.
En base a cada uno de estos hechos importantes es la importancia de la elaboración de este trabajo ya que el renacimiento es una época muy importante para el impulso de la medicina ya que esa época es un gran pilar para sentar las bases de la medicina moderna. Y así poder entender cada aspecto de cómo es que la medicina moderna ha ido evolucionando hasta llegar a ser lo que es.
GENERALIDADES
El Renacimiento comprende los siglos XIV al XVI, da inicio en Italia y se propaga por Europa. Se caracteriza por el espíritu crítico, la observación libre, la aplicación de inventos como la brújula y la imprenta, el auge del individualismo, la visión antropocéntrica del mundo y el imperativo deseo de saber y descubrir la naturaleza. Es una época de ruptura con el oscurantismo medieval, un período de renovación del arte y de las letras, y la aparición del humanismo con acercamiento a los autores clásicos y del uso de la razón en todos los campos del saber.
Una serie de acontecimientos que se dan fundamentalmente durante el siglo XV determinan un cambio de actitud del hombre europeo hacia los valores culturales, artísticos y científicos.
La caída de Constantinopla en 1453 provocó la emigración en masa de eruditos y hombres de letras cristianos, quienes llevando consigo sus conocimientos y los valiosos manuscritos depositarios de la ciencia griega, buscaron refugio en la Europa Occidental.
La invención de la imprenta, posibilitó una rápida difusión de los conocimientos, gracias a la multiplicación y abaratamiento de los textos.
Por último, el descubrimiento de América en 1492, demostró que no todo había sido visto y estudiado por los viejos maestros griegos.
Otros hechos que sacudieron la mentalidad europea fueron la Reforma desatada por Lutero, la intervención de la pólvora y el advenimiento de las armas de fuego.
Los progresos en el aspecto científico se produjeron fundamentalmente en cinco áreas: matemáticas, astronomía, física, química y anatomía.
El llamado Renacimiento Médico europeo tuvo peculiaridad debido a que fue el fortalecimiento social e intelectual de la institución universitaria, un sistema de transmisión y elaboración de la ciencia surgido en la Europa cristiana del siglo XIII y afianzado a lo largo de los siglos siguientes. Dicho fortalecimiento lo podemos medir a través de su gran expansión geográfica, del aumento de sus recursos económicos, de su profesorado y de su alumnado, del incremento de su producción intelectual y, sobre todo, de la difusión de esta producción, algo a lo que no fue ajena la imprenta. Junto a este sistema se afianzaron y aparecieron otros, que diversificaron la oferta de hacer ciencia e institucionalizaron actividades, fundamentalmente de índole pragmática y aplicada (por ejemplo, la alquimia, la astrología y artes con ellas relacionadas como la fabricación de instrumentos y cálculos matemáticos), que hicieron patente y socialmente más operativo y manifiesto algo que venía siendo aceptado, pero que no tuvo cabida en la institución universitaria de la primera escolástica. La capacidad del hombre, mediante la técnica y la tecnología, no sólo de imitar los procesos naturales, sino de recrearlos y de transformarlos.
Durante el siglo XIII, y especialmente el XIV y parte del XV, la ciencia fue monopolizada por la universidad, que se convirtió en el instrumento más eficaz de elaboración y creación científica y en el arma indiscutible de la revolución intelectual que tuvo lugar en Europa a lo largo del siglo XIII y comienzos del siglo XIV. Su éxito fue tal que durante doscientos años (entre 1250 y 1450) ciencia y universidad serían dos términos inseparables. Durante estos siglos quedó firmemente establecido y aceptado el prestigio social del producto universitario: tanto el nuevo profesional, como el resultado escrito de la actividad intelectual que tenía lugar en su seno o llevaban a cabo quienes en ella habían aprendido técnicas, instrumentos y métodos de trabajo científico. Esto último dio lugar a una proliferación de géneros literarios a través de los cuales se expresó todo lo que fue capaz de analizar la inteligencia humana, desde los aspectos más especulativos hasta los más inmediatamente pragmáticos. Mediante ellos, los hombres letrados supieron salir de los estrechos círculos académicos, y hacer llegar a lo más profundo de la sociedad, y al pueblo en general, modos de entender la naturaleza y de la relación del hombre con ella.
La medicina universitaria escolástica, al saber ofrecer recursos y respuestas conceptuales a los problemas patológicos que imponían los nuevos sistemas de vida y de producción supo hacer valer la eficacia de un nuevo modo de abordar intelectual y operativamente el binomio salud-enfermedad.
Esta medicina contó en su haber con la conversión de la actividad médica de curar, en una auténtica scientia respetable intelectual y socialmente. La respetabilidad intelectual la logró al conseguir fundamentar la relación médico-enfermo y el propio fenómeno empírico de la enfermedad, sobre la biología aristotélica y el contenido doctrinal de los escritos galénicos, asimilados plenamente en la Europa latina durante el último tercio del siglo XIII; La respetabilidad social, lo consiguió al saber ir dando sus profesionales respuesta satisfactoria a los concretos y cotidianos retos que significaron las enfermedades, mediante la construcción de un complejo sistema asistencia y sanitario. Al menos, los grupos sociales dirigentes, desde la realeza hasta las crecientemente poderosas burguesías, apostaron por esa nueva scientia medica y por quienes la encarnaron. Algo que no hará sino robustecerse conforme nos vayamos introduciendo en los siglos XV y XVI.
La medicina que tenía que ver con un cuerpo peculiar (el del hombre) y que afectaba a situaciones de especial importancia social y personal, como era las de la salud y la enfermedad.
La medicina no sólo se planteó, a partir del siglo XII-XIII, como una actividad empírica, sino como un ars o actividad operativa de carácter racional: es decir, con capacidad de transformación de la naturaleza por parte del hombre; e incluso como una scientia, alcanzando con ello el más alto rango en la actividad intelectual de la cultura de la época. Ello no dejó de tener repercusiones sociales y económicas evidentes, a las que los médicos, y la propia sociedad, no fueron indiferentes.
LAS CIENCIAS MÉDICAS MÁS SOBRESALIENTES. LA ANATOMÍA Y LA CIRUGÍA
Durante el Renacimiento, bajo el prisma de la filosofía humanista sustentada en el antropocentrismo y el racionalismo, los estudios científicos progresaron notablemente. El saber médico avanzó a partir de mediados del siglo xv, retomando el conocimiento del cuerpo humano como realidad básica de la medicina. Fue entonces cuando la anatomía recibió el impulso definitivo, dado el interés de los pensadores de la época —entre ellos los artistas— por la perfección física y las formas corporales. Es un momento en el que coinciden una gran cantidad de observadores y científicos, que, tanto con su labor individual como colectiva, pudieron romper con la teología galénica imperante hasta la fecha. Este conocimiento anatómico fue el motor de las ciencias médicas, en general, y de la cirugía y anatomía, en particular.
CONOCIMIENTO MÉDICO MEDIEVAL
La enseñanza en las universidades italianas durante el Renacimiento fue heredera del conocimiento médico medieval. La medicina se basaba en la antigua tradición griega de Hipócrates, Aristóteles y Galeno; este último
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