La inteligencia artificial y su aplicación en la enseñanza

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Inteligencia artificial.

La IA (inteligencia artificial) fue sugerida por J. McCarthy, profesor de la Universidad de Stanford, en 1956 como referencia de la informática dedicada al diseño de maquinas que fueran capaces de simular algunas de las conductas realizadas por el ser humano y que en la actualidad las catalogamos como inteligentes.

En los últimos 10 años estudios indicaron procedimientos y técnicas desarrolladas en los laboratorios podían tener una valiosa aplicación en distintos terrenos, así como la industria, la medicina, las finanzas, etc.

Hay cinco áreas que son mas activas de la investigación IA: el lenguaje natural, los interfaces de comunicación, la programación automática, la robótica y los sistemas expertos.

El sistema experto no describe un producto en sí, más bien describe un conjunto de conceptos, procedimientos y técnicas que permiten utilizar la informática como una nueva dimensión. Un sistema experto debe contener todo el contenido que manejaría el experto y, además, la forma de razonamiento utilizada por este.

Si deseamos realizar un programa que enseñe a realizar operaciones aritméticas deberíamos introducir en el ordenados todos los conocimientos que posee un profesor especialista en esta temática ya también especificar los razonamientos llevamos a cabo por el profesor durante el proceso de enseñanza.

Con estos programas se pueden hacer una amplia variedad de usos desde los más sencillos hasta los complejos, como la toma de decisiones.

Tipos de aplicaciones de la I.A. en la educación.

En la educación ha habido aplicaciones de las técnicas I.A. donde varia, en función de los objetos que se persiguen con el diseño del programa, así como el tipo de conocimiento que la aplicación debe ser manipulada.

Existen dos tipos de generales: una es dirigida a los alumnos para que pueda facilitar su aprendizaje, y la otra va dirigida a los profesores en tareas, así como planificación, diseño, y la organización de las tareas docentes.

Entre las aplicaciones que permiten crear programas para el aprendizaje, existen dos áreas: los micromundos y tutoriales inteligentes (TI).

Micromundos.

En 1971 M. Minsky y S. Papert hacen referencia a una posible multitud de pequeñas fragmentaciones en las estrategias de resolución de problemas basado en dominios interactivos de aprendizaje.

Hay una aplicación que se denomina lenguaje Logo esta se diferencia del resto por no ser un programa previamente elaborado, sino que es un lenguaje de programación que pretende retirarse de los modelos clásicos de la E.A.O. (enseñanza asistida por ordenador) este no fue diseñado para que los niños aprendieran a programar.

Mas allá de programar, busca ser una herramienta que facilite el desarrollo del sujeto y la construcción de aprendizajes mediante procesos de descubrimiento. No es solo que el alumno capte la información, sino que también practique y aprenda programar la aplicación y así pueda retroalimentarse.

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