La irracionalidad de la modernidad

La irracionalidad de la modernidad.

Mario Aguilar Márquez

La sociedad  posmoderna o de la modernidad líquida, ha generado una configuración social en la cual la inmediatez es considerada como un sinónimo de status o de poder, el evitar las esperas para poder obtener algo ha provocado que cada vez menos sean valorados los proceso y la asignación de sentido a las cosas.

Los jóvenes al ser un sector poblacional cercano a los medios comunicativos tradicionales y nuevos, inconscientemente han sido permeados de esta ideología y de la necesidad de tener y obtener, a través de los medios que resultasen más rápidos y menos forzosos, la idea de compromiso parece ser obsoleta y la adaptación a las circunstancias parece llegar a considerarse como una habilidad, ya que en muchas ocasiones se trata de justificar los actos sin importar la naturaleza de los cuales estos provengan, sin tener una idea sólida a futuro.

Es por ello que casos como los que han aparecido recientemente en los cuales son jóvenes en edad secundaria quienes han cometido actos o tentado contra la vida de sus compañeros, profesores o conocidos, el portar un arma de fuego ha dejado de ser considerado como una responsabilidad de quien lo porta (compromiso de mantener la integridad de los demás), para ser significada como un elemento de defensa, amedrentación y poder, una salida rápida para solucionar los problemas o las situaciones que de otro modo requerirían un mayor compromiso, (mediación, análisis, aceptación del error, etc.)

Tal proceso parecería relativamente fácil de aplicar y efectivo ya que con un movimiento falagico se terminaría con aquello que se considera es una molestia y la causa del problema (individuo), sin mirar más allá de las consecuencias que implica, tal cuestión puede ser muy cuestionable, pero que hacer si la costumbre de apartar aquello que no sirve o causa un problema es propio de la sociedad actual, (aparatos electrónicos, utensilios, programas), tal comparación parecería burda y tal vez absurda, pero la propia vida humana se ha ido cosificando, el sentido asignado a la misma ha disminuido al punto de colocarse en el mismo talud que los elementos antes mencionados.

Mucho se ha criticado a la educación que imparten las instituciones educativas como la principal responsable de la situación valoral actual, y se han centrado esfuerzos para poner en marcha programas que fomenten la convivencia y el reforzamiento de la unidad grupal, que si bien es necesario también lo es poner la mira en la configuración en que la sociedad se encuentra, en el amplio bombardeo informativo que los medios masivos nos proyectan y que hemos aceptado y asimilado, del síndrome de la impaciencia del que habla Bauman, o de la adaptación al cambio de la sociedad.

El hecho del cual habla la noticia no tendría una mayor relevancia si no nos enfrentáramos a la idea de la insignificancia que puede generar la propia vida en la actualidad y de la indiferencia que puede llegar a tener el tomar una decisión.

Bibliografía

http://www.excelsior.com.mx/nacional/2017/02/11/1145557

La ola, E.U. 1981/2014. Director: Alex Grasshoff.

Bauman “Los retos de la educación en la modernidad líquida”. Gedisa, Barcelona España 2007.

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