La vida humana a disposición de la nada

Escuela Telesecundaria “Sebastián Lerdo De Tejada”

Español III Volumen 2

Artículo de Opinión

Por: Michelle Barrios Martínez

Grado: 3°

La vida humana a disposición de la nada

El aborto es el crimen del producto de la concepción. Podría existir una variante que es cuando el feto por alguna circunstancia de carácter natural fallece dentro del útero materno y se requiere su extracción, y en éste caso no sería crimen, pues el producto se ha perdido de forma natural y la acción médica tendría como fin salvar a la madre.

En primer lugar, el aborto podría clasificarse en voluntario, involuntario y necesario. El primero se presenta cuando la madre decide prescindir del embrión, ya sea por motivos sociales y económicos, o por ser producto de una violación o una relación no deseada; el segundo es producto de un accidente o de un hecho oculto que no tuvo nada que ver con la voluntad de la madre. Y el tercero, cuando la salud de la progenitora o del propio feto está en riesgo. Es, el voluntario, el que hoy por hoy ocupa uno de los primeros lugares, motivo de discusiones y opiniones diversas.

Si bien es cierto, que en todo tema hay que considerar aspectos de carácter moral, religioso o ideológico, también es cierto que el análisis jurídico del aborto prescinde de un debate racional y laico.

Además, el derecho a la vida, reconocido y protegido por la Constitución Política, se entiende como la obligación de generar condiciones de vida digna y de prestar aquellos servicios que sean necesarios para su salvaguarda. Asimismo, el derecho a la protección de la salud, que comprende tanto la salud fisiológica como psicológica; y el derecho a la libertad reproductiva, definida ésta como un acto de conciencia y voluntad, lo que normativamente descarta la posibilidad de que las mujeres sean caracterizadas y tratadas como un mero instrumento reproductivo, son derechos fundamentales que con la regulación legal del aborto, afectan directamente a la mujer.

Para concluir, el aborto es y seguirá siendo algo dañino para la mujer. Poco se difunde sobre los efectos que se producen después de ser realizado, incluso de manera legal, pues las reacciones en cada cuerpo son diferentes. El aborto lastima a la mujer y en muchos casos ocasiona un daño irreparable a la función reproductiva, además de los terribles daños psicológicos y emocionales, provocando hasta la propia muerte.

En realidad, la reforma no resuelve el problema del aborto, tampoco los anticonceptivos y la información sexual sin bases éticas. En la actualidad vivimos una cultura del “mínimo esfuerzo” y “máximo placer”, actitudes

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