Las Cuatro Virtudes

INTRODUCCION

Cuando hablamos de valor histórico y cultural podemos pensar en maneras diferentes en que Xalapa puede ser representado, una de ellas son las cuatro estatuas de las virtudes, cuya valoración es estimable puesto que intenta hacernos un recordatorio sobre la importancia de las virtudes que necesita la sociedad, las cuales a lo largo del desarrollo del tema se irán especificando claramente cuales son hablando de una manera detallada, histórica, resaltando la finalidad primordial del porque están colocadas donde se encuentran, mencionando personajes que tuvieron que ver en su elaboración, las razones del porque debemos como sociedad conservarlas, haciendo conciencia sobre la apreciación que merecen estas esculturas.

LAS CUATRO VIRTUDES

Las cuatro virtudes son cuatro estatuas situadas al sur del parque Juárez (la parte de atrás, hacia Allende), en el lugar que ocupaba la huerta del convento de San Francisco fué construido lo que hoy se denomina Paseo del A yuntamiento. De tal manera la importancia que representan estas cuatro estatuas están situadas en las virtudes cardinales, que son hábitos que disponen al entendimiento y a la voluntad para obrar. Teniendo en cuenta que son las siguientes:

Justicia, que significa (virtud fundante/preservante),cuya práctica establece que se ha de dar al prójimo lo que es debido, con equidad respecto a los individuos y al bien común.

Prudencia, es la virtud de actuar de forma justa, adecuada y con cautela, definida por los Escolásticos como la recta ratio agibilium, para diferenciarla del arte recta ratio factibilium.

Fortaleza, que consiste en vencer el temor y huir de la temeridad. La fortaleza asegura la firmeza en las dificultades y la constancia en la búsqueda del bien, llegando incluso a la capacidad de aceptar el eventual sacrificio de la propia vida por una causa.

Templanza, virtud moral que regula la atracción por los placeres, y procura el equilibrio en el uso y disfrute de los bienes creados. Asegura el dominio de la voluntad sobre los instintos y mantiene los deseos en los límites de la solidaridad.

Estas estatuas fueron obra del escultor xalapeño Enrique Guerra. Las hizo en 1910 para adornar el Palacio de Relaciones Exteriores en la ciudad de México, pero no las pusieron por falta de espacio y las guardaron.

Inspirado a un grupo de ciudadanos para promover las virtudes que consideran “hacen tanta falta en la sociedad. Considerando la situación crítica que vive el país en todos sus niveles, tanto económico, político, laboral, educativo, cultural y de seguridad pública”.

Consideraron por ello urgente la recuperación de las virtudes para cambiar la situación

Después fueron donadas tres de ellas a la ciudad

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