Las instituciones de la Unión Europea

B) DESARROLLO

Las instituciones de la Unión Europea se han ido desarrollando cada vez más, pero deben adaptarse para poder hacer frente a la ampliación de la misma y al número creciente de tareas que recaen en ellas.

Mientras se va incrementando el número de países miembros, las dificultades y amenazas desde dentro son cada vez mayores y los intereses a corto plazo pueden, con excesiva facilidad, acabar frustrando las prioridades a largo plazo.

Por ello, países los miembros deben asumir sus responsabilidades para garantizar que el sistema institucional europeo continúe funcionando eficazmente.

Cualquier reforma definitiva del actual sistema debe garantizar la pluralidad y el respeto de las diferencias que constituyen la riqueza de Europa.

Tomando en cuenta siempre que la unanimidad jamás será alcanzada y donde las reformas deben centrarse, por lo tanto, en el proceso de adopción de decisiones. Sólo podrá funcionar un sistema político y jurídico.

La Unión Europea admitirá a nuevos miembros pero entre tanto sus gobernantes habrán de escuchar atentamente a la opinión pública y decidir dónde trazar las fronteras geográficas, políticas y culturales ya que en los últimos años existe una fuerte presión de la inmigración en las fronteras del Sur y el Este de la Unión Europea, esto conlleva importantes problemas sociales y económicos, sobre todo, para las regiones europeas fronterizas.

La Unión y la delegación de soberanía por parte de los países europeos para la consecución de una confederación ha traído consigo un nuevo desafío: La ciudadanía europea y el cómo fomentarla.

Podadera Rivera escribe que es necesario acercar las políticas europeas a los ciudadanos, tarea en la cual las propias autoridades nacionales, partidos políticos nacionales, etc., deben participar de forma muy activa.

Sólo de esta manera el ciudadano nacional se irá integrando en el proceso y empezará a sentirse europeo, lo que reforzará la identidad y unidad europea y, por tanto el compromiso de los ciudadanos con la idea de Europa.

El proceso de la integración europea afecta en todo el Continente, haciendo de Europa una poderosa potencia, por lo que es preciso encontrar nuevos puntos de equilibrio.

Diversas coyunturas de alcance global como las relaciones con el mundo islámico, el hambre y la enfermedad en África, las tendencias unilateralistas de los Estados Unidos.

El crecimiento económico en Asia o la deslocalización de la industria y el empleo a escala mundial son fenómenos que también afectan a Europa, que debe concentrarse en su propio desarrollo y sumergirse, a un mismo tiempo, en la globalización.

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