Los 4 Acuerdos

Los Cuatro Acuerdos

El libro de los cuatro acuerdos retoma ideas importantes de la antigua cultura Tolteca, 4 premisas que son lecciones de vida. Pero no sólo se limita a la vida personal, sino que pueden y deben ser puestos en práctica en el ámbito laboral y empresarial. Vamos a hacer un breve repaso de los acuerdos relacionándolos y aterrizándolos en el sentido de la relación con la Dirección Empresas y con la Administración del Capital Humano.

El primer acuerdo dice “Sé impecable con tus palabras”. Eso significa que las palabras son intenciones en acción, es decir, que siempre que verbalizamos nuestros pensamientos estamos dando el primer paso para hacerlos. Cuando uno es responsable de una dirección es importante saber como decir y verbalizar lo que uno piensa en dos sentidos; el primero, en hacer que el equipo se encamine hacia donde los objetivos del proyecto o de la empresa van y el segundo es en saber como decir las cosas para que ese mismo equipo trabaje de la mejor manera. Ser impecable no significa vomitar lo que pensamos, sino justo lo contrario meditar lo que queremos decir y ser responsables de lo que decimos. Es importante que cuando estamos trabajando con personas, no sólo en el sentido de dirigir, sino también de compartir y administrar, los mensajes que lleguen sean en sentido positivo. Si un trabajador logra en sí mismo verse hacia el lado positivo lo que transmitirá a sus compañeros es eso; lo que ayudarà a generar un ambiente de trabajo mucho más cordial.

Podemos concluir entonces que el primer acuerdo es básico en el comportamiento y buen funcionamiento de cualquier empresa.

El segundo acuerdo, en mi opinión es uno de los más importantes, habla a cerca de como las personas debemos de “No tomar nada personalmente”; sobre todo en los ámbitos laborales. Es común que en los espacios de trabajo se generen dinámicas donde los mismos empleados se enganchan entre ellos por comentarios o actuaciones, lo que el autor dice al respecto es que en función de que vayamos liberándonos de estas tensiones y sufrimientos podemos estar mejor entre nosotros mismos. Para que un ambiente de trabajo sea no sólo relajado, sino que sea eficiente debe de existir confianza entre todos los miembros del equipo y una forma de lograrlo es esa saber tomar las críticas y comentarios como constructivos donde lo que se busca es fortalecer el espacio de trabajo.

El tercer acuerdo nos dice “No hagas suposiciones”, tendemos todo el tiempo a fiarnos de nuestros sentidos y pensar que los demás saben que es lo que estamos pensando sin antes atender a lo que realmente está sucediendo. Es importante en el ámbito laboral, sobre todo en las direcciones empresariales; pues suele suceder que a la hora de dar instrucciones pensamos que el personal necesariamente sabe que el lo que uno necesita o como espera que se hagan las cosas sin necesariamente haber previamente acordado o manifestado las expectativas sobre tal o cual asunto. Con una comunicación clara, es mucho más fácil trabajar en equipo y manejar al personal; y llevarlo al campo de la acción ayuda también a establecer relaciones de base mucho más fuertes.

El cuarto y último acuerdo es una premisa fundamental en la vida, “Haz siempre el máximo esfuerzo”. No seas perfeccionista, no seas obsesivo; sino siempre da lo mejor de ti. Muchas veces en el ámbito laboral sucede que por estar compitiendo uno se sobrecarga de tareas y desperdicia energía, sin necesariamente hacer las cosas de la mejor manera y dando un poquito de sí. Es importante que se haga una combinación entre: hacer las cosas que nos gusten y hacer las cosas de la mejor manera pues es una garantía de mejores resultados.

El autor logra en el libro dejarnos importantes lecciones de vida; pero también es importante llevarlas a cabo no en términos personales, sino también en nuestra vida profesional. Pues son

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