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Los suelos


Enviado por   •  4 de Septiembre de 2014  •  Tesis  •  2.574 Palabras (11 Páginas)  •  196 Visitas

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Introducción

Los suelos son diferentes debido a la cantidad y tipo de material que contengan.

La fertilidad de un suelo es una condición importante para el desarrollo óptimo de una planta. Podemos agruparlos en: suelos fértiles y suelos no fértiles.

Los suelos fértiles son los más buscados por el hombre, pues son muy productivos. Poseen una capa de humus o tierra vegetal buena para el desarrollo de la agricultura principalmente. El humus se forma de la descomposición de materias orgánicas, sobre todo de las hojas y raíces de las plantas que mueren.

Los suelos no fértiles son aquellos cuyas capas de humus es pobre o presenta problemas para el desarrollo de la agricultura. El hombre para poder aprovecharlos utiliza abonos, sistemas de irrigación o drenajes según el obstáculo que presente.

En este trabajo estaremos conociendo los diferentes suelos que existen en Panamá, sus características y han sido utilizados para desarrollar las diferentes actividades que se realizan en nuestro país.

Panamá posee una importante longitud de costas, que comprenden 2,988.3 kilómetros, de los cuales 1,700.6 corresponden al litoral Pacífico y 1,287.7 al Caribe. Este último, por su proximidad a las montañas, se caracteriza por la diversidad de ambientes: franjas angostas de manglares y playas separadas por acantilados, estuarios y litoral arenoso, pantanoso o rocoso, así como pastos marinos y arrecifes coralinos.

En el litoral del Pacífico, en cambio es menos heterogénea con manglares, playas de arena y fango, estuarios, formaciones ígneas y colonias de corales. Los sistemas fluviales conforman estuarios asociados a bancos de arena submarina y sistemas de manglares.

En el territorio nacional predominan los suelos de tipo latosoles (tendencia ácida y baja fertilidad), en menos proporción se encuentran los azonales (alta fertilidad).

En algunas regiones de Panamá encontramos suelos fértiles como los de Volcán, Cerro Punta y Boquete.

Otras regiones poseen suelos no fértiles que son habilitados con nutrientes y abonos que los hacen aptos para la agricultura. Ejemplos: los de Colón, la Chorrera y santiago.

Uso de nuestros Suelos

Suelos de origen volcánicos: se localizan en las tierras altas de la provincia de Chiriquí. Son propios para el desarrollo de la agricultura y el cultivo de buenos pastos para la ganadería.

Suelos aluviales: se forman del arrastre de los ríos. Se localizan en las tierras bajas y cercanas a los ríos. Son buenos para la agricultura.

Suelo arcillo o rojo: es pobre para el cultivo pero se puede utilizar en pastos para el ganado. Este suelo se usa como material básico para la fabricación de bloques, ladrillos y tejas de arcillas, los cuales son muy solicitados para la construcción de viviendas y edificios. También sirven para confeccionar objetos de cerámicas de arcilla como los potes, tinajas, jarrones y otros adornos decorativos.

Los estudios más completos sobre los suelos en Panamá se realizaron en la década del 60, principalmente en lo relativo a la capacidad agrológica y el uso.

La clasificación universal sobre la capacidad agrológica de los suelos establece ocho categorías o clases (I al VIII), en base a las limitaciones que presentan para su uso, como son, la profundidad, topografía, fertilidad, riesgos a la erosión y las inundaciones, pedregosidad y salinidad, entre otras.

Los suelos tipo I corresponden a los de mayor capacidad, en tanto los de tipo VIII, representan los suelos con mayor limitaciones, debido a una o más características adversas que presentan.

Definición de las clases de capacidad de uso

Clase I Arable: Los terrenos de esta clase son aptos para los cultivos anuales. Pueden utilizarse además para la producción de cultivos permanentes, ganadería, actividades forestales y protección. Es la clase ideal, tiene muy pocas o ninguna limitación que puedan restringir su uso.

Clase II Arable: Estos terrenos son aptos para la producción de cultivos anuales. Las tierras de esta clase presentan algunas limitaciones que solas o combinadas reducen la posibilidad de elección de cultivos, o incrementan los costos de producción debido a la necesidad de usar prácticas de manejo o de conservación de suelos. Pueden utilizarse además en actividades indicadas en la clase anterior. Requieren de una conservación moderada.

Leer más: http://www.monografias.com/trabajos76/suelos-panamenos/suelos-panamenos.shtml#ixzz3CMUCRIIV

Clase III Arable: Las tierras de esta clase son aptas para la producción de cultivos anuales. Pueden utilizarse además en las mismas actividades indicadas en la clase anterior. Los terrenos de esta clase presentan limitaciones severas que, restringen la selección de cultivos o incrementan sustancialmente los costos de producción. Requiere conservación especial.

Clase IV Arable: Estas tierras son aptas para la producción de cultivos permanentes o semipermanentes. Los cultivos anuales sólo se pueden desarrollar en forma ocasional y con prácticas muy intensas de manejo y conservación de suelos, esto debido a las muy severas limitaciones que presentan estos suelos para ser usados en este tipo de cultivos de corto período vegetativo. También se permite utilizar los terrenos de esta clase en ganadería, producción forestal y protección. Requiere un manejo muy cuidadoso.

Clase V No Arable: Esta clase es apta para la actividad ganadera, también se permite la actividad del manejo del bosque natural cuando hay. Las tierras de esta clase presentan limitaciones y riesgo de erosión de modo tal que los cultivos anuales o permanentes no son aptos en ésta.

Clase VI No Arable: Los terrenos de esta clase son aptos para la actividad forestal (plantaciones forestales). También se pueden establecer plantaciones de cultivos permanentes arbóreos tales como los frutales, aunque estos últimos requieren prácticas intensivas de manejo y conservación de suelos (terrazas individuales, canales de desviación, etc.) Son aptos para pastos. Otras actividades permitidas en esta clase son el manejo del bosque natural y la protección. Presentan limitaciones severas.

Clase VII No Arable: Esta clase es apta para el manejo del bosque natural, además de protección. Las limitaciones son tan severas que ni siquiera las plantaciones forestales son recomendables en los terrenos de esta clase. Cuando existe bosque en estos terrenos se deben proteger para provocar el reingreso de la cobertura forestal mediante la regeneración natural, En algunos casos y no como regla general es posible

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