Machupicchu

La conservación de nuestro patrimonio cultural no es una moda, debe ser una práctica de vida de todos los días.

Directora de la Institución educativa Santa Rosa, miembros del jurado, profesores, queridas compañeras:

El Santuario Histórico de Machu Picchu es el resultado de miles de años de observación y adaptación impecable de las culturas andinas a una de las geografías más extremas del Planeta, donde la Amazonía y los Andes se entrelazan, soberbios por su belleza, en el epicentro del Valle Sagrado de los Incas.

Este extraordinario paisaje cuya construcción es la consecuencia de una perfecta planificación para la obtención de recursos productivos, representa el escenario donde mejor se reconoce el sistema administrativo del Imperio Inca y sus usos y costumbres ceremoniales.

Pero, además, continúa siendo hoy refugio de especies de fauna y flora que garantiza la perpetuidad de la biodiversidad de la América andina

Antes de todo como peruanos, considero que Machu Picchu es el símbolo de nuestra nacionalidad; no sólo el monumento arqueológico sino también por todo el patrimonio natural. Y los peruanos somos responsables de lo que pase en Machu Picchu, ya que es el patrimonio de todos nosotros, sin olvidarnos que también es de la humanidad. Por lo tanto todos los peruanos debemos sentirnos súper orgullosos de Machu Picchu, sin embargo creo que todavía nos falta ser coherentes con dicho sentimiento

Las culturas antiguas de muchas partes del mundo y en particular del Perú tuvieron un acercamiento muy grande hacía la naturaleza, por eso es que tuvieron prácticas amigables con la tierra, con los recursos; recordemos a la pachamama en el caso de la cultura Inca y de las culturas andinas. Así, justamente, en la actualidad el Perú debe esforzarse por enfatizar que no solo debemos centrarnos en la fanfarria. Se debe incrementar el grado de conciencia, respecto a la protección de una de las siete maravillas del mundo perteneciente a toda la humanidad. Debemos educar a todos los peruanos a respetar nuestro patrimonio a generar en adultos, jóvenes y en especial a las nuevas generaciones que vamos a ser el futuro de este hermoso país, sentimientos de amor por lo nuestro ya que cuando el ser humano valora algo lo cuida y protege. Pero la riqueza cultural no culmina en Machu Picchu, de ahí que sea necesario proteger los muros incas de otros lugares, para evitar que sigan siendo usados como pizarras por insensatos grafiteros, ni utilizados como bases de centros comerciales.

Todos queremos que Machu Picchu se conserve en buen estado y reclamamos a las instituciones que cumplan con su labor, pero como viajeros tenemos gran responsabilidad que cumplir.

Finalmente, los peruanos debemos trabajar creativa e interdisciplinariamente, para dar continuidad a la historia remota y la historia inmediata de Machu Picchu, como expresión de identidad.

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