Mi Ensayo

INTRODUCCIÓN

El proceso de desarrollo que ha encaminado a las sociedades y las naciones a las vivencias contemporáneas. No se debe menospreciar el aspecto educativo. En todo los proyectos y políticas que los ministerios alucen sobre la educación siempre a sabiendas que estamos lejos de la realidad por el paso acelerado de las tecnologías.

En muchos lugares del planeta son infinidades las causas que ponen fuera del alcance una educación digna en la que con esta puedan alcanzar un nivel de vida superior; hablando de causas podemos mencionar las sociales, ideológicas, religiosas, políticas y una de las más importante es la económica. Ese alejamiento de la que son objeto obreros, empleados, campesinos y demás sectores de la clase subalterna, es fuente de una caída abrupta en una pérdida de fe, de ilusiones y de esperanza que se adhiere a una resignación que lleva al estancamiento y a la inmovilización de esa gente.

Es sumamente indispensable inculcar en esa gente desesperanzada el interés, los sueños, las intenciones de superación según Freire se puede lograr mediante la educación y el método para lograrlo. Motivo por el cual surge la Pedagogía de la Esperanza donde se nota claramente este hecho en donde se trata de quitar gran parte de la responsabilidad del atraso y del fracaso a los atrasados y los fracasados, en donde se trata de revisar las estructuras sociales y sus mecanismos en donde vemos el panorama que se vive a diario en las escuelas y fuera de estas y se toma en cuenta el recorrido sociocultural del educando y no se intenta la manipulación del profesor sobre él.

La Pedagogía de la Esperanza, es la forma de educar de una forma no excluyente, donde el discurso del educador es hecho tomando en cuenta lo que el educando puede entender. Para ello se necesitan educadores progresistas, es decir, que tengan conciencia de que por medio de su labor pueden acercar a los alumnos a obtener libertad, a dejar la opresión, entendiendo por libertad la libertad de elegir. “el educador… progresista debe asumir el momento del educando, partir de su aquí y de su ahora, para superar en términos críticos, con él, su ingenuidad”. (Freire, 1993, p. 43)

La esperanza no nos llevará al cambio por sí sola, pero no lograremos cambios sin esperanza. El sueño no es otra cosa que la visualización que tenemos del mundo a futuro, no podremos llegar al cambio del mundo sin haber imaginado previamente ese cambio, ese mundo que deseamos. Pero no es suficiente tener esperanza y sueños, es fundamental también el llevar a cabo las acciones necesarias para emprender ese cambio.

CONCLUSIÓN.

En sí La Pedagogía de la Esperanza, propone educadores con una conciencia ética, política y humanista bastante desarrollada; educadores que sean capaces de hacer “una lectura del

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