Mundo Del Ser Y El Deber Ser

El MUNDO DEL SER Y DEL DEBER SER

Ser hace referencia a la esencia de algo o alguien, pero en general se refiere al hecho de algo que ES. Es lo que ya es, como se comporta y lo que hace en tiempo presente, aunque sea malo. Ubica a un objeto, concepto, idea o acción inscribiéndolo en el momento actual presente.

Deber ser es lo que se considera que debería de SER, ésto sujeto a los juicios que nosotros demos sobre las cosas. Es como debería de comportarse alguien, lo que dice la ley, no lo que hace porque se le da la gana. Sitúa un artículo, concepto, idea o acción en el tiempo futuro.

El deber ser, entonces, es lo que nosotros lo humanos consideramos que deberían ser las cosas, pero puede ser muy distinto a lo que realmente son las cosas. El mundo del ser es el que se refiere a los hechos. El mundo del deber ser es el que se refiere al de las normas.

Es decir: el mundo del ser es el mundo fáctico. El mundo del deber ser es el mundo normativo.

Yo diría que el deber ser está pensado como un conjunto de posibilidades de realización humana, que han sido culturalmente determinadas como buenas, correctas o deseables; y el conjunto de posibilidades rechazadas como malas, incorrectas o indeseables.

Es la razón humana, a través de la cultura, la que pone los parámetros del bien y el mal. En el concepto de cultura incluimos costumbres, religión, derecho, filosofía, ciencia y arte, por ejemplo.

El ser humano tiene conciencia del deber ser, planteado en cada uno de esos ámbitos culturales; pero esto no implica que se honre la norma, hace falta que la persona ajuste su conducta al principio de la formalidad (querer hacer la cosas como deben ser hechas).

La ética, como ciencia, se centra en el estudio de los objetos morales en todas sus formas y se define como la rama de la filosofía que se ocupa de indagar, analizar y especular sobre lo “moral”.

Las conductas morales se transforman en beneficios tangibles para una organización tanto como para los individuos que la integran y para la comunidad en la cual se inserta.

Sin embargo, no carecemos por entero de alguna noción del ser. Aunque indefinible, trabamos contacto directo con él. Además de percibir la presencia con que los objetos externos delatan su existencia, cada uno de nosotros en una intuición introspectiva y radical se siente así mismo como algo, algo que es, como un ser, y postula y confirma su existencia al decir: "yo soy". El ser lo llevamos en nosotros.

Nuestra vivencia interna nos persuade de cuan reatados estamos a ciertas reglas de conducta obligatoria: cuando una persona nos solicita un falso testimonio, la petición choca con nuestra conciencia, vale decir, con una actitud previa que nos impone la veracidad. Así tenemos experiencia íntima del "deber ser".

Estas dos categorías "ser" y "deber ser", a más de heterogéneas – compuesto de partes de diversa naturaleza -, son primarias porque cada una constituye el fundamento de estructuras completamente diversas, la una de todo lo que es -del ser real e ideal-y la otra del orden normativo con sus imperativos que se traducen en deberes u obligaciones.

Al "ser" y al "deber ser", radicalmente diferentes, corresponden juicios y proposiciones de distinta especie: El "ser" se expresa en proposiciones enunciativas y el "deber ser" en proposiciones normativas.

En conclusión, se podría decir que "ser" es una combinación entre la existencia de algo y el deber ser es como debe ser su existencia.

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