PODER EJECUTIVO

EL PODER EJECUTIVO

El poder ejecutivo también llamado administrativo comprende la función pública que se traduce en múltiples actos de autoridad sin que su motivación y finalidad se fundamente en la existencia de un conflicto o controversia jurídica ni en la solución respectiva.

En México, se deposita el ejercicio del Poder Ejecutivo de la Unión en un sólo individuo, que se denomina "Presidente de los Estados Unidos Mexicanos" y se deriva de la voluntad popular y como supremo órgano ejecutivo del estado se le desconfía la función administrativa y se encuentra investido con la facultad de nombrar a sus inmediatos colaboradores para el despacho de los diversos ramos de la administración pública.

Para realizar las funciones que le competen, el presidente de la república recibe apoyo de los secretarios de Estado y de otros funcionarios.

El poder ejecutivo es una de las tres facultades y funciones primordiales del Estado consiste en dictar y hacer cumplir las leyes que suele aprobar el gobierno o el propio jefe del Estado (Art. 80 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos).

Este poder es la rama de gobierno responsable de la gestión diaria del estado. Según la

doctrina de la separación de poderes que hacer cumplir las leyes es la tarea del poder ejecutivo.

El poder ejecutivo es aquel que:

• Establece la forma en que se cumplirán las leyes

• Provee de los recursos económicos para que las leyes se cumplan

• Supervisa el cumplimiento de las leyes

• Provee los servicios públicos como son educación, servicios de salud, carreteras, puentes, cuidado ambiental, fuentes de energía.

• Promueve el desarrollo económico

• Vela por la seguridad nacional y el orden público.

Los requisitos para ser presidente:

I. Ser ciudadano mexicano por nacimiento, en pleno goce de sus derechos, hijo de padre o madre mexicanos y haber residido en el país al menos durante veinte años;

II. Tener 35 años cumplidos al tiempo de la elección;

III. Haber residido en el país durante todo el año anterior al día de la elección. La ausencia del país hasta por treinta días, no interrumpe la residencia.

IV. No pertenecer al estado eclesiástico ni ser ministro de algún culto.

V. No estar en servicio activo, en caso de pertenecer al Ejército, seis meses antes del día de la elección.

VI. No ser Secretario o subsecretario

...