PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES

El origen etimológico de principio es la palabra principium, que tiene dos acepciones, una de ellas significa "cabeza de una serie o primer singular de un todo plural", porque provendría de princeps, principis, príncipe, como titular o cabeza. Según esta acepción, los principios son la cabeza de todo ordenamiento o de las primeras normas del conjunto de las mismas. La segunda acepción sería la de origen permanente o punto fundamental de partida de algo, porque principium provendría de principii. Y así, los principios serían normas fundamentales del sistema normativo, punto de donde surgen de modo permanente las demás normas de sistema jurídico.

Los principios tienen tres necesidades del derecho como el cubrir la mayor parte de la realidad, además que exista una relación entre las normas y por último que todas las normas estén dirigidas al mismo fin; que es lo que Valencia denomina "facetas ontológica, lógica y axiológica".

Es así como tenemos una faceta previa o anterior al mismo ordenamiento positivo, ya que estas necesidades surgen no de una norma positiva, sino de la naturaleza misma del derecho y son un reconocimiento de la insuficiencia de la ley y de que el derecho no está contenido en su totalidad en ella. Es por esto, que el legislador al ver estas necesidades, en ocasiones ha hecho una expresa manifestación de los principios para que sacien estas exigencias del ordenamiento con lo cual se evidencia el origen positivo de los principios.

Para Valencia Restrepo es importante hablar de las funciones de los principios tales como la creativa, la interpretativa y la integradora.

La primera función de los principios, que es la creativa, es la que se consagra en nuestra Constitución en el título I De los principios fundamentales, ya que son fuente formal y material por excelencia del ordenamiento, y en este caso, señalan las pautas que deben acatarse en la elaboración, modificación y derogatoria de las normas

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