Palabras De Honomástico

Era un hermoso día de primavera, de aquella fecha 13 de diciembre de 1974, en esta hermosa campiña del kilómetro 15.

Colocándose los rayos solares por la rendijas de los frondosos árboles de esta humilde morada, contemplaba una escena encantadora de las mil y una noche, con rayos y truenos por el Oriente Medio, y cánticos melodiosos de las avecillas posadas en las ramas de los frondosos árboles, anunciando el nacimiento de una hermosa bebé, que sería para la felicidad de sus queridos padres, que lleva ese hermoso nombre de Carmencita, que hoy día está cumpliendo sus 40 años de nacimiento.

Campiña, la hermosa tierra natal de la homenajeada, la bella alfombra verde, rodeada de frondosos árboles, por la noche su cielo tachonado con estrellas fulgurantes, a la espera de un nuevo amanecer, y es una región deliciosa siempre bañados sus campos de hermosas flores multicolores de fragancia aromática que nos invitan a admirar la belleza de su paisaje.

Carmencita, esa flor hermosa de aquel amanecer primaveral, con verdadera alegría me dirijo a ti, especialmente en esta importante fecha de tu natalicio, para hacerte llegar mis felicitaciones por tus 40 años que cumples ahora acompañada por tus excelentísimos padres, hijos, hermanos y todos tus familiares.

Me satisface y doy gracias a Dios por mantenerte firme, como aquellos árboles de nuestra hermosa Selva Amazónica, bajo cuya sombra se recuestan y descansan los pasajeros y cazadores.

Me impresiona verdaderamente compartir esta mesa y saborear los ricos potajes que tus dignísimos hermanos han preparado con mucho cariño para festejar el día de tu natalicio, estoy seguro que tus padres, tus hermanos se sienten muy alegres, y gozan de la felicidad de tener aún hermosa y llena de vida.

Tu larga vida, es una prueba de que el padre celestial desea tu presencia en la tierra, porque el destino del ser humano está marcado desde sus nacimiento y cada uno de nosotros tenemos metas que cumplir en el curso de nuestra vida terrenal.

Posiblemente tú no has cumplido aún tus metas y por eso vas en tus 40 años cumpliéndolas y siendo el amparo y adorno de tu familia joven y anciano, un árbol que da frutos es útil porque con ellos se alimenta la humanidad y sus ramas, son el sostén de muchas vidas donde se albergan muchas vidas.

Ese frondoso árbol eres tú, las ramas son tus hijos que algún día darán nuevos frutos y mucha sombra para cobijar a otros viajeros que van por el largo camino de la vida.

También eres una buena madre, pues los hijos que te acompañan durante varios años, juntos con tus bondadosos padres y dignas hermanas, merecen también nuestro reconocimiento y gratitud por sus grandes servicios.

Que Dios bendiga sus vidas, y ellos, como tú también reciban la debida estima y cariño, porque una madre es el ángel protector del hogar.

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