Peligro O Placer

El título del tema ya suscita interés por sí sólo, ¿peligro o placer?... Esa es la cuestión.

Carmen Ruiz es socióloga y nos hace un repaso por cómo se ven las relaciones afectivo-sexuales en la juventud, los mitos sobre ellas, cómo se construye la sexualidad y el deseo, los principales interrogantes en torno a la sexualidad, sobre el amor y los mitos amorosos y muchas cosas más, que considero muy interesantes e importantes para nuestra futura labor como pedagogas/os.

Respecto a cómo se construye la sexualidad, hablamos desde el punto de vista de dos filósofos: Platón y Aristóteles. Platón diferencia dos tipos de relaciones sexuales: conforme a natura, es decir, para la preservación de la especie y; contra natura, es decir, relaciones con el mismo sexo, sinónimo de lujuria. Por su parte, Aristóteles ya hablaba de la "cópula humana", donde dirige al hombre solamente la penetración y las mujeres son las que esperan con sumisión. En este sentido, después de tanto tiempo, ¿habremos cambiado?. Mi respuesta es clara: no. En la actualidad, seguimos viendo actitudes que lo demuestran, hombres "machitos" y mujeres que piensan que el sexo es solo para el disfrute de ellos.

La sexualidad como concepto nace en el siglo XIX y su control radicaba primero en la religión y después en el sistema patriarcal, el cual marca unas líneas claras para el control de la sexualidad femenina. Destacamos la reducción de la sexualidad al matrimonio y la imposición de la heterosexualidad.

Otro autor ha destacar es Foucault, el cual hace un estudio sobre la Iglesia y su objetivo de controlar la sexualidad.

Así pues, la sexualidad ha sido entendida desde la religión como un pecado, desde la medicina como una enfermedad y, por último, desde la sociedad como un peligro. Como vemos, en todo este entramado el placer no da constancia ninguna.

Hablando del placer… ¿cómo se construye?, ¿qué relación hay entre el deseo y el placer?. En toda relación buscamos placer, pero si nuestro deseo no se corresponde con el placer, es decir, cuando la relación no es placentera hay una contradicción. Entonces comienza la angustia, el conflicto y, ¿realmente sabemos lo que nos gusta?.

Por otra parte, encontramos tres modelos actitudinales sobre la sexualidad. El prohibido, donde todo es tabú. El permisivo, todo vale. El crítico, "hablemos". En este sentido, como educadoras y educadores y futuras madres y padres consideramos este un campo de trabajo primordial. Hay que fomentar la confianza y el diálogo y, desde pequeños, hablar del tema con total naturalidad. En cuanto a las chicas y los chicos encontramos unas diferencias claras. Las chicas sienten más represión, más miedo y más control. Los chicos tienen más permisividad, más referentes. Citando a Osborne (1991) "las mujeres han aprendido, por prescripción social a justificar su deseo con amor, sólo pueden aceptar ante sí mismas y ante los demás una relación sexual si están enamoradas".

Antes de seguir debemos aclarar y distinguir unos conceptos claves. Sexualidad, relación sexual y coito.

Como vemos, la sexualidad engloba todo y tiene con finalidad el placer. La relación sexual es lo que tú haces contigo mismo o con otros. El coito es solo una parte, pero continuamente relacionamos sexualidad

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