Pena de muerte

La pena de muerte es un castigo que establece el juez, que consiste en quitarle la vida a una persona tras cometer un delito capital. Esta práctica se origina con el Código de Hammurabi (el primer conjunto de leyes de la historia) y con la famosa frase “ojo por ojo, diente por diente”

Los delitos por lo cual se aplica esta pena son: Secuestro, tráfico de personas, robo con resultado de muerte, violación, ataques terroristas, tráfico de drogas, proxenetismo, tráfico de videos/ películas pornográficas, actos homosexuales masculinos, adulterio, brujería y demás. Pero… ¿Qué pasa cuando una persona es acusada, injustamente, y condenada a la muerte? Nunca se puede descartar el riesgo de ejecutar a personas inocentes. Desde 1973 más de 160 personas condenadas a muerte en Estados Unidos fueron posteriormente exoneradas o liberadas tras haberse demostrado su inocencia. Otras personas han sido ejecutadas pese a la existencia de serias dudas sobre su culpabilidad.

Han sido muchas las personas que han estado a favor de la pena de muerte empleando el razonamiento de que los criminales que han cometido delitos graves deben ser castigados a fin de evitar que se repitan y disminuir la violencia.

Si bien es cierto que los acusados y condenados a esta práctica han cometido atrocidades, al aplicar esta pena se le estaría quitando el mismo derecho que los criminales les quitaron a sus víctimas, lo cual se muestra como contradicción.

Otro número de personas mantienen una lucha firme en contra de la pena de muerte basándose en que es aplicada por los seres humanos, los cuales pueden tomar una decisión errónea y, porque es Dios, no el hombre, quien da o quita la vida.

El papa Francisco desde el principio de su ministerio había sido conducido para “abogar en diferentes niveles para la abolición global de la pena de muerte”. También agrego: “Estoy convencido de que esta es la mejor manera, porque cada vida es sagrada, cada persona está dotada de una dignidad inalienable y la sociedad puede encontrar solo beneficios de la rehabilitación de aquellos condenados por crímenes”.

Actualmente un total de 108 países han abolido la pena de muerte para todos los delitos, siete países han abolido la pena de muerte para los delitos de derecho común, y 29 países han suspendido la pena de muerte, para un total de 144 países. Sin embargo, la pena de muerte todavía se aplica a 55 estados y territorios.

En conclusión podríamos decir que la pena de muerte es un castigo dado por cometer delitos capitales, pero esto se ha llevado vidas que se descubren después realizada la ejecución, su inocencia. Además de los posibles fallos, muestra una contradicción al quitar el mismo derecho que fue quitado antes. El mundo ha tenido un gran cambio cultural y muestra de ellos es la cantidad de países abolicionistas en este tema.

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