Por Una Sexualidad Responsable
maricecicoro21 de Mayo de 2013
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Por una sexualidad responsable
En casi todo el mundo, la mayoría de los jóvenes inician su actividad sexual durante el período de la adolescencia. Los jóvenes descubren el sexo cada vez más temprano, debido a factores diversos como por ejemplo la globalización de las comunicaciones, acceso a Internet, etc. Los problemas se generan porque no utilizan protección anticonceptiva en sus encuentros sexuales. Esta actividad sexual sin protección son los factores y conductas de riesgo más frecuentes que los llevan al contagio de enfermedades de Transmisión sexual (ETS) o los casos de embarazos no deseado. Ambas consecuencias pueden afectar la vida de los jóvenes. Ante esta situación que se repite año a año y en todas partes del mundo cabe la siguiente pregunta: ¿Por qué muchos jóvenes no utilizan medidas de protección? Podemos responder diciendo que en realidad son variados los factores que influyen en la no-utilización de métodos anticonceptivos por parte de los jóvenes.
La falta de información de parte de numerosos adolescentes sobre el uso de los diferentes métodos anticonceptivos, especialmente entre aquellos que pertenecen a clases sociales más desfavorecidas o que no han alcanzado niveles básicos de escolarización, puede considerarse como la causa de la falta de su uso. Debemos agregar además que los jóvenes inician su vida sexual a edades cada vez más precoces. Esto sumado a la falta de educación sexual en etapas tempranas hace a los adolescentes actuar erróneamente. En este sentido la Doctora Gladis Linares en una entrevista expresó “que acuden cada vez más a estas primeras experiencias sexuales con muy poca información acerca de su cuerpo y de su sexualidad, como así también de los riesgos o precauciones que deben tomar”
En otros casos se puede decir que los jóvenes no están desinformados sobre la existencia de métodos como el preservativo e incluso llegan a usarlos, pero el problema reside en que no tienen un conocimiento adecuado de cómo debe ser usado correctamente y esta situación también puede derivar en contagios o embarazos no previstos. En encuestas realizadas en diferentes ciudades del país se pudo saber que un 63% de los adolescentes afirmaron usar preservativos pero ante las preguntas sobre el modo, cuidados y momentos de utilización de los mismos se pudo saber que la mayoría de ellos tenían ideas erróneas.
Otro de los factores que puede mencionarse es el hecho de muchos jóvenes no usan condones porque piensan que hacen el sexo menos placentero o que los hace menos viriles. “Muchos jóvenes siguen anteponiendo el pretexto de que no se siente lo mismo, entre otras excusas, no usan preservativos y ponen en riesgo su salud o perjudican a su pareja” (Patricio Llanos, preceptor de un albergue estudiantil).
Sabemos que la prevención es responsabilidad de los dos integrantes de la pareja por igual, sin embargo la forma de pensar machista de gran parte de nuestra sociedad impone como regla que el cuidado ante una relación sexual debe correr por cuenta del varón: es él el que debe encargarse de comprar el preservativo y de saber usarlo, y es quien tiene la potestad de decidir, llegado el caso, si efectivamente lo usa o no. Puede ocurrir por ejemplo que si es la mujer la que exige o propone el uso del preservativo sea mal vista por el varón, juzgada como promiscua. Y ante esto la mujer delega en el varón el cuidado, quien no siempre lo hace y ello la expone a contraer enfermedades o a quedar embarazada.
Resulta evidente que muchos jóvenes no utilizan métodos anticonceptivos durante sus relaciones y de esta manera están asumiendo un altísimo riesgo. Si bien son numerosos los factores que derivan a esta situación son todos ellos abordables y factibles de ser evitados. El camino para esto es el diálogo: crear conciencia y mejorar la educación sobre la anticoncepción y la salud sexual responsable
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