Primer masaje del bebe.

Este es un manual para acompañarte en este camino que empiezas junto a tu hijo/a. Los masajes, el afecto y la preocupación son algo muy importante en el crecimiento de nuestros(as) niños(as).

CÓMO SE BENEFICIA UN RECIÉN NACIDO DE UN SUAVE MASAJE:

• El bebé puede digerir mejor los alimentos, lo cual le puede ayudar a ganar  peso y a crecer más rápidamente.

• El sistema nervioso del bebé se estimula con los movimientos de tus manos sobre su piel. Esto puede ayudar a fortalecer los músculos, al desarrollo de la coordinación, y a las funciones del cerebro.

• A través de los movimientos del masaje se estimula la circulación del bebé, lo cual puede ayudar a solucionar algún problema de nacimiento.

• El sistema nervioso del bebé se tranquiliza con el masaje y esto puede proporcionar un sueño más tranquilo.

VAMOS A EMPEZAR...

Los recién nacidos tienen algunas necesidades especiales mientras se recuperan de la experiencia del nacimiento y se adaptan a la vida fuera del útero. Para empezar los bebes necesitan energía para respirar, para mantener el calor y para digerir el alimento. Están haciendo frente a enormes cambios! Ayudémosles protegiendo la energía de que disponen. Mantengámosles cálidos, no calientes. Si a tu bebé le cuesta mantener el calor, dale el masaje por encima de la ropa (¡Sin usar lubricante!). Procura que este cómodo (aprende las indicaciones de “pausa” de la página 9; deja de hacer masaje si empieza a “hablarte” de esta manera). Procura mantener el cordón limpio, sin aceite ni talco.

Los recién nacidos/as acostumbran a dormir mucho los primeros días, pero se les puede hacer masaje igualmente cuando están dormido/as.

Este masaje ayuda a “poner en marcha” el sistema digestivo. Si haces estos sencillos movimientos antes de que el bebé coma, beneficiarás su digestión. Si le das el pecho puedes darle masaje enseguida después de comer. Si le estas dando leche adaptada, dale el masaje antes de comer; o espera 30 minutos después.

 Tómate el tiempo necesario; es agradable para ti y para él bebé. Permite que esto sirva para descansar mientras tú también te repones. Después de reunir los elementos necesarios y haberte lavado las manos, busca un sitio cómodo para sentarte.

MANERAS DE CALMAR A TU BEBÉ…

Es muy curioso ver cómo los bebés empiezan a llorar después de dejar el hospital. La mayoría de los bebés están demasiado cansados al principio y duermen la mayor parte del tiempo. Pero tu bebé despertara, y probablemente, a veces, estará inquieto. Los bebés muy sensibles a menudo son bebés inquietos  y necesitan mucho tiempo y atención. Busca ayuda si te sientes sobrepasada. Parece que tu bebé sabe cuando estas nerviosa, y cada vez te pondrás más nerviosa. Así que empieza contigo misma…

  Haz algunas respiraciones lentas y profundas, como hiciste durante el parto.

Aprende las primeras indicaciones de incomodidad de tú bebé:

• Arquea la espalda. Hace arcadas (no relacionadas con la comida).
• Extiende las manos como para decir “ALTO”. Llora con el llanto de Necesito Ayuda.

Averigua algunas de las causas que agitan a tu bebé, tales como:

• Hambre, ganas de eruptar, gases 8ver paso 2 para liberación de gases)
• Necesidad de cambiarle el pañal, sobre estimulación. Demasiado cansancio.

Estas son algunas cosas sencillas para tratar de calmar a tu bebé:

• Colocar al bebe boca abajo en posición fetal, con los brazos y rodillas recogidos.
• Descansa tus manos sobre el bebe, sin moverlas durante unos segundos.
• Mantenle arropado excepto donde le estés acariciando, especialmente brazos y manos.
• Si el bebé quiere succionar, ponle el chupete o llévale sus dedos a la boca para que los chupe.

Otras cosas que puedes tratar de incluir:

• Parar de hablar o la música.
• Oscurecer la habitación. Arropar al bebé junto a ti y acunarle, mecerle, o pasearle.
• Colocar al bebé en la parte alta de tu pecho, sobre tu hombro izquierdo; darle masajes desde la cabeza hasta el pañal, por encima de la ropa y la manta.

PASO 1: DESPERTAR AL BEBÉ

  Coloca suavemente tus manos alrededor de la cabeza del bebé para que se percate de tu presencia. Después de que el bebé te demuestre que está tranquilo/a, saca una de sus piernas de la manta y de la ropa. Deja el resto de su cuerpo cubierto. Este proceso lo seguirás para cada pierna, una cada vez.

PASO 2: EMPIEZA CON LAS PIERNAS

  Calienta un poco de aceite entre tus manos. Con una mano, sostén el pie del bebé... con el pulgar descansando en la planta del pie y sujetando el tobillo con tus otros dedos. Pasa muy suave por la zona del talón ya que puede estar sensible por el análisis de sangre.

  Utiliza el pulgar y el índice de tu otra mano para hacerlos rodar desde la parte alta de la pierna hasta el tobillo del bebé. Luego vuelve a colocar tu mano en la parte alta de la pierna, y meciéndola en vaivén, desplaza la mano hacia el pie. Cubre esta pierna. Luego descubre la otra y repite estos movimientos.

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