Principios Y Normas Rectoras

Los principios son el fundamento de un ordenamiento jurídico, es decir, la visión general de toda normatividad, responden a las preguntas a qué se apunta, que se quiere, de qué se depende, por qué se hace, hasta dónde se puede hacer, cuál es el ideal, qué es lo importante … dicho de otra forma son los supuestos axiológicos de todo grupo de norma o la parte filosófica de la normatividad y aun cuando están implícitos en cada elemento de determinado ordenamiento jurídico no necesariamente hacen parte del mismo.

Por otra parte la Norma Jurídica la entendemos como la significación lógica creada según ciertos procedimientos instituidos por una comunidad jurídica y que, como manifestación unificada de la voluntad de ésta, formalmente expresada a través de sus órganos e instancias productoras, regula la conducta humana en un tiempo y lugar definidos, prescribiendo a los individuos, frente a determinadas circunstancias condicionantes, deberes y facultades, y estableciendo una o más sanciones coactivas para el supuesto de que dichos deberes no sean cumplidos .

La norma jurídica es en definitiva, una regla u ordenación del comportamiento humano dictado por la autoridad competente del caso, con un criterio de valor y cuyo incumplimiento trae aparejado una sanción. Generalmente, impone deberes y confiere derechos.

Por su parte una norma rectora es la materialización de un principio rector, es decir la positivización de un principio, entonces un principio se convierte en norma rectora cuando ha sido positivizado.

Cuando la Constitución o la ley instituye, expressis verbis, determinados principios como normas rectoras de sus preceptos y disposiciones, está recogiendo el resultado del esfuerzo dogmático de abstracción y generalización, convirtiéndolo mediante la técnica jurídica en fórmulas más o menos amplias, en ley (derecho positivo) .

De los anteriores conceptos surgen entonces las semejanzas y diferencias entre uno y otro concepto diremos que toda norma rectora es un principio en tanto son los ideales inspiradores de todo un ordenamiento jurídico, pero no todo principio es una norma rectora en tanto lo segundo requiere una elaboración escrita elevado a rango de derecho positivo mientras para lo primero esa positivización no es necesaria.

El principio no tiene un origen claro pues puede nacer con el hombre mismo o ser el fruto de muchas vivencias y luchas generacionales, ser el fruto de cambios y transformaciones sociales pero difícilmente existe un registro o un principio de su génesis, en cambio el nacimiento de una norma rectora deviene claro con la expedición de un escrito por el órgano competente.

También, se diferencian ambos conceptos por la forma como el hombre accede a ellos puesto que un principio debe surgir del interior del hombre mismo y tratarse de un concepto

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