¿QUÉ TAL SI EN VEZ DE HABLAR TANTO DE LOS “NIÑOS DIFÍCILES” HABLAMOS MEJOR DEL MUNDO DIFÍCIL PARA SER NIÑO QUE ESTAMOS CREANDO?

¿QUÉ TAL SI EN VEZ DE HABLAR TANTO DE LOS “NIÑOS DIFÍCILES” HABLAMOS MEJOR DEL MUNDO DIFÍCIL PARA SER NIÑO QUE ESTAMOS CREANDO?

La sociedad del ayer no es la misma de hoy y la de hoy no será la misma de mañana. Como bien sabemos, los seres humanos estamos viviendo en un constante proceso de cambio y adaptación, esto implica que el ser humano siempre debe estar alerta y dispuesto a lo que traiga cada ciclo de vida, por tanto, toda persona interesada en leer este escrito, en su trayecto, sin lugar a dudas se va a identificar con diferentes situaciones que se expondrán de manera directa frente a una realidad muy común como lo es la educación de los hijos.

Las generaciones de los ochentas y noventas hoy en día son la población joven y adultos jóvenes, ellos han vivenciado todo un proceso de cambios y quienes más hablan de ellos, porque de repente pasaron de vivir bajo el respeto al irrespeto, de la norma con sentido, a romper la norma porque sí, de importar mucho a no importar nada, sin dejar a un lado otras generaciones. Estos por años serán y seguirán siendo temas en las tertulias familiares, de conversación con los amigos, de discusión en los colegios, universidades, escuelas de padres, medios de comunicación, etc. Pasa el tiempo y siguen sin comprender en qué momento dejó todo de ser, cuando es tan necesario.

En una historia no muy lejana hablar de educación, respeto y valores, era más común y entre la gente se vivía con mayor claridad cada uno de estos conceptos. Quien era considerado niño o niña y de alguna manera dependía de una persona adulta asumía con respeto la autoridad, por tanto, sin importar si el niño tenía cinco años o era un adolescente de dieciséis años en un mismo colegio, tanto el uno como el otro apenas entraba a él comprendía que en ese contexto habían reglas y que las regían quienes se encontraban a cargo, en este caso eran los docentes y directivos, como vemos esto ha ido perdiendo fuerza y notamos que los docentes, directivas y hasta los mismos padres están siendo amenazados por quienes creemos son nuestra responsabilidad.

Con el paso de los años y en un tiempo muy corto, empezamos a notar que estaban pasando situaciones en los contextos familiares, académicos y sociales antes no vistos, “de repente” vienen a darse temas de noticias que impactan a la población que venía acostumbrada a una formación sin tanta teoría pero con una claridad en la vida práctica de lo que hoy por hoy sigo creyendo es la base de una buena formación humana y del mismo progreso de una nación. A partir de ello surgen preguntas que son importantes comprender en su totalidad, para aquellos que hoy asumen por opción de vida una familia, un hogar y una responsabilidad tan grande como es ser padre o madre, a su vez, para las personas que se encuentran en ese descubrirse y planeando en un futuro no muy lejano conformar una familia y que quieren realizar un proyecto de vida de la mejor manera posible.

Quiero que reflexionen ante esto: ¿Qué tal si en vez de hablar tanto de los “niños difíciles ” hablamos del mundo difícil para ser niño que estamos creando, tan lleno de gente cansada, ocupada, apurada, malhumorada, impaciente, pegada al teléfono, sin ganas de oír, de poner límites sanos, de jugar, y compartir?. Con todo esto genero varias preguntas que a lo largo de este escrito quiero que vayan comprendiendo. ¿Qué está pasando con las nuevas generaciones? ¿Los extremos con los que se están formando a los niños son los adecuados? ¿Comprendiendo la particularidad de cada persona y familia resulta realmente imposible hacer algo para ayudar a las nuevas generaciones? ¿El problema es de los niños que no educan bien o de los padres que no saben cómo hacerlo? Este realmente es un tema de no acabar, de grandes discusiones, acuerdos, desacuerdos, afirmaciones, de generación de nuevas ideas, entre otros, lo importante es que usted como persona adulta, joven en proceso de formación, soltero, casado, religioso/a, consagrado/a, etc. comprenda la dimensión de la vida y la responsabilidad que tenemos frente a la formación de las futuras generaciones, este no es un tema sólo para los padres, toda persona tiene contacto con esta realidad y es importante conocer lo que sucede para dar la mano a quien lo necesite o para asumir con responsabilidad si la opción de vida es ser padre o madre de familia. Es tarea de todos ayudar a formar niños, niñas, jóvenes sanos y felices para así hacer de la nación un mejor lugar para vivir.

Para dar inicio es importante difinir prácticas de crianza, sin lugar a dudas este concepto nos permite comprender que es más fácil construir niños fuertes que reparar adultos rotos. Moreno, C (2000) afirma: “Las prácticas de crianza son acciones concretas que los adultos, en especial los padres de familia y cuidadores llevan a cabo con el propósito de orientar la educación de los niños, niñas y adolescentes, buscando su desarrollo, supervivencia e integración emocional, mental, física y espiritual”(p.25). En teoría es un concepto que se comprende y que todo hogar desde sus particularidades busca ejercerlo, pero ¿por qué con el tiempo son más los niños y jóvenes que a temprana edad tienen comportamientos antes no vistos? Ante esto hay un tema que se ha convertido un tabú para la sociedad, y es la manera se están educando, donde por la presión que viven los padres, lo que ínsita la sociedad, la carga hereditaria y la personalidad de cada uno influyen en las reacciones llenas de extremos.

Entramos en un tema de discusión frente a los exesos de sobreprotección y de autoritarismo, por una parte en el afán de “darle lo mejor a los hijos” y dejando ser dominada la vida por el medio consumista y técnológico, se cae en el error de creer que dándole todo lo que el niño o niña quiere va a “estar bien”, pero con el tiempo se ha demostrado todo lo contrario, porque esto lleva a que se conviertan en personas incapaces de comprender la vida y por lo mismo sean infelices, porque los acostumbran a que a todo les dicen SÍ, cuando quieren es YA, como quieran, y en el momento como lo desee. En el instante en que crecen y comparten otras culturas y formas de vida, frecuentemente entran en crisis emocional de manera significativa, es por ello que es fundamental hacer comprender la

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