¿Que es la contaminación visual?

¿Que es la contaminación visual?

Es un tipo de contaminación que parte de todo aquello que afecte o perturbe la visualización de sitio alguno o rompan la estética de una zona o paisaje, y que puede incluso llegar a afectar a la salud de los individuos o zona donde se produzca el impacto ambiental es un problema que nos esta afectando a todos.

Alteración visual de la imagen y fisonomía del entorno urbano causada por acumulación de materia prima, productos, desechos, abandono de edificaciones y bienes materiales, así como, violación en las densidades y características físicas de publicidad.

Nuestro cerebro tiene una determinada capacidad de absorción de datos. Los sentidos son los encargados de transmitir al cerebro toda información que perciben del entorno. Entre ellos, el sentido de la vista es uno de los más complejos y de los que mayor incidencia tiene en la percepción global del entorno y, por lo tanto, en las reacciones psicofísicas del hombre.

Origen de la contaminación visual

Se puede decir que básicamente todo ha tenido origen en la industrialización del ser humano, en el desarrollo de nuevas tecnologías, en el uso y abuso desmedido de estos recursos.

Para poder probar esto es necesario retomar los antecedentes, ¿Cómo eran las calles en el siglo XX, IX y XVIII? Entre los dos primeros se puede decir que realmente no había mucha diferencia al siglo actual, es simplemente que nuestra generación está realmente “acostumbrada” a esta contaminación.

Si nos remontamos al comienzo de la urbanización de las áreas verdes podemos ver que el ser humano comenzó a construir edificaciones que le eran necesarias para subsistir: casas, comercios, puestos, etc.

Sin embargo, ésta urbanización no se detuvo ahí, se continuaron construyendo sin fin de cosas hasta el punto de haber invadido toda la zona verde con la que contaban, entonces, el aumento de su población y necesidades, pero la carencia de áreas verdes los obligaron a buscar una nueva vía para continuar su expansión y ésta fue basada en la teoría de ir “hacía arriba”, los edificios, gracias a los avanzados conocimientos arquitectónicos comenzaron a ser más altos, de formas más variadas, de colores muy diversos y todo esto no se ha detenido, sigue en aumento. Sin embargo, esta expansión hacia el cielo ha generado una obstrucción visual del paisaje; montañas, árboles y praderas que nuestros antepasados podían ver con sólo mirar al horizonte ahora son inalcanzables para nuestras posibilidades visuales, muy difícilmente logramos captar la imagen de alguna montaña y árbol no tan lejos de donde nos encontramos. Muy probablemente si continuamos así, en un futuro no muy lejano, lo único que nos rodeará serán edificios cada vez más altos.

Por otro lado en su mismo avance y crecimiento surgió la necesidad de complacer otras necesidades, como el entretenimiento, la distracción, recreación, iluminación y sin fin de actividades que actualmente son cotidianas. Surgieron cafeterías, cines, teatros, restaurantes, ferias, centros comerciales, entre otros. Sin embargo, nada de esto resultaría por cuenta propia, ¿Cómo iba la gente a llegar a esos lugares si no los conocían? Fue aquí en donde se empezó a echar la mano de la propaganda junto con todos sus elementos: carteles de papel, espectaculares, señalamientos, letreros luminosos, y que debido a la carrera de competencia entre diversas líneas comerciales se empezó a acaparar cada esquina y rincón posible con todos estos elementos, uno seguido del otro, bombardeando a la sociedad con sus mensajes de “excelencia”, “perfección” y dando a conocer todos los “beneficios” que estos proporcionan. Así, se comenzó a extender la proliferación de más y más elementos obstructores de la vista, elementos que nos dañan con todo su circo de colores y luces.

Buscando su origen en otros ámbitos, vemos que los problemas sociales comenzaron a generar grupos que apoyaban una u otra postura y cada uno comenzó a valerse de diferentes medios para expresar sus ideas, algunos usaron los mismos medios que las empresas para hacer propaganda a sus productor, otros por ejemplo, recurrieron al vandalismo como forma de expresión, comenzaron a generarse grupos que pintaban las paredes de los lugares públicos con los mensajes que querían transmitir con la finalidad de expresar su postura en contra a ciertas condiciones de la vida de aquellos tiempos. Con el paso de los años, los problemas sociales fueron cambiando y otros desapareciendo, y así mismo estas formas de expresión, algunas fueron distorsionadas y utilizadas sin un fin definido, tal es el caso del grafiti, el cual comenzó como un medio de expresión que, actualmente simplemente es utilizado por ciertos individuos con la sencilla finalidad de “demostrar” su superioridad en comparación a otros grupos con los mismos ideales, pero todo esto genera una alteración en los lugares que nos rodean haciéndolos perder la posible estética que tienen.

La contaminación visual se puede tomar desde muchas perspectivas diferentes, pero hay que dejar en claro que es debido a una sociedad carente de un orden y control sobre sus propias creaciones.

Causas de la contaminación visual

• Excesos de avisos publicitarios e informativos (luminosos o no) en forma de carteles en vías.

• Exceso de avisos publicitarios e informativos de programas en general por televisión.

• Nuevas edificaciones o distorsiones en paisajes naturales que ahuyentan a los animales.

• Basurales que malogran el paisaje y pueden alejar el turismo.

El problema se manifiesta principalmente a través de carteles que invaden hasta los rincones más inaccesibles, de todos los colores y formas imaginables, constituyendo potenciales riesgos para los ciudadanos y principalmente, para los automovilistas. Estos carteles producen diversos trastornos: en primer lugar, alteran el paisaje natural de la ciudad y deterioran su imagen, que queda escondida entre luces de neón y ofertas de productos variados. Además, sobre estimulan a quien los percibe, que se ve sumergido en un mar de anuncios de todo tipo. Y por último, pero lo más importante en cuanto a la seguridad, es que reducen la atención de los automovilistas y favorecen la posibilidad de accidentes de tránsito. La lógica indica que esos carteles son puestos para ser leídos por los automovilistas, y su lectura obliga a restarle atención al manejo. El peligro se multiplica cuando ello ocurre en una vía rápida, sobre todo cuando en las arterias donde, debido

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