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Qué Es Ciudadanía


Enviado por   •  3 de Septiembre de 2011  •  2.014 Palabras (9 Páginas)  •  613 Visitas

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Marco de reflexión

En su obra “Ciudadanos del mundo. Hacia una teoría de la ciudadanía”, Adela Cortina llama la atención sobre el resurgimiento del interés, en plena década de los noventa del siglo veinte, de un término tan antiguo como el de “ciudadanía”.

“Se multiplican las teorías de la ciudadanía, y en los discursos morales (…) menudean las referencias a ella: ciudadanía política de los miembros de un Estado nacional, ciudadanía trasnacional, en el caso de comunidades supraestatales como la Unión Europea, ciudadanía cosmopolita, como referente necesario de una república mundial.

“¿Qué razones abonan la deslumbrante actualidad de tan añejo concepto?

“De entre las múltiples razones que podrían aducirse, una parece constituir el cimiento sobre el que las restantes se asientan: la necesidad, en las sociedades postindustriales, de generar entre sus miembros un tipo de identidad en la que se reconozcan y que les haga sentirse pertenecientes a ellas, porque este tipo de sociedades adolece claramente de un déficit de adhesión por parte de los ciudadanos al conjunto de la comunidad, y sin esa adhesión resulta imposible responder conjuntamente a los retos que a todos se plantean”.

La masificación de las ciudades, las mayores posibilidades de acceso a la educación, la proliferación de medios de comunicación y los avances tecnológicos han despertado una mayor conciencia social y han creado un entorno social con algún sentido crítico y con mayores exigencias hacia el Estado. De esta manera se configura un nuevo marco para las relaciones entre el Estado y los ciudadanos y ciudadanas, en el cual cobran importancia la reflexión y las exigencias frente a problemas de siempre como la satisfacción de las necesidades en materia de educación, salud, vivienda, empleo, servicios públicos, gestión local, medio ambiente, juventud, equidad de género, niñez, familia, tercera edad, entre otros, acerca de los cuales las comunidades quieren tener más capacidad de decisión y, por ende, mayor información y más participación. Las mayores demandas hacia el Estado crean unas interrelaciones que le dan un nuevo significado al concepto de ciudadanía.

En este contexto de la nueva ciudadanía adquieren relevancia las relaciones ciudadanía - participación - políticas públicas, que ponen en tensión permanente los conceptos y las prácticas democráticas. Hoy la madurez democrática de una sociedad se mide a partir de la vigencia y vivencia de la ciudadanía, de los niveles de participación y de la calidad de las políticas públicas en la perspectiva de una mejor gestión local.

La madurez democrática depende del fortalecimiento de la ciudadanía y del acceso a instrumentos reales de gestión.

Un punto central en este debate es el referente a la capacidad de organización ciudadana, la construcción de tejido social y la configuración de una verdadera sociedad civil.

Conceptos de Ciudadanía

La ciudadanía se entiende ahora como la realización de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales, para la construcción de lo público, la gestión democrática y la participación ciudadana en la planeación, la ejecución de tareas públicas y el control social de los gobiernos y los asuntos públicos, lo que concede deberes correlativos. En este contexto, ciudadanos y ciudadanas son el centro de las preocupaciones públicas.

La “ciudadanía” no solo es una categoría constitucional y legal, sino la expresión de una comunidad política. La comunidad política en una democracia está ligada a la cualificación de las personas para la vida en comunidad. La ciudadanía no es un título, es un derecho y una función que se ejerce todos los días.

La ciudadanía transcurre en el espacio de “lo público”, en tanto que la satisfacción de las necesidades básicas del ser humano está en relación directa con la vida privada de las personas, lo que transcurre en el espacio de lo íntimo.

Rousseau establece una diferencia entre “el hombre” y “el ciudadano”. El hombre desea ser feliz, la felicidad es su meta; el ciudadano, el que es miembro de una sociedad, espera de ella que le haga justicia, que le proporcione los bienes que le permitan alcanzar el proyecto de vida feliz. Pero un proyecto de vida feliz no se alcanza al margen de la satisfacción de las necesidades fundamentales.

¿Cómo se marcan las fronteras entre lo público y lo privado en materia de ciudadanía, entre el hombre y el ciudadano?

Elementos

De las distintas definiciones surgen unos elementos comunes a la noción de ciudadanía. Tales elementos son:

Pertenencia. Pertenecer a una comunidad justa parece un requisito esencial para sentirse ciudadano.

Identidad. La ciudadanía une la racionalidad de la justicia con la emotividad del sentido de identidad y pertenencia. El sentido de pertenencia a una comunidad política, que tiene unos símbolos comunes: bandera, himno, fechas históricas, acontecimientos relevantes, así haya diferencias sociales y económicas entre ellos, es algo emotivo. “Si pretendemos asegurar una democracia sostenible, además de diseñar modelos racionales de justicia, es preciso reforzar en los individuos su sentido de pertenencia a una comunidad”.

Participación

Causa común. Cohesión social que puede lograrse con el ejercicio de la civilidad: libre adhesión y participación de los ciudadanos en proyectos comunes.

Reconocimiento de la sociedad hacia sus miembros, para generar sentido de pertenencia y responsabilidad social.

Ciudadanía y consumo

La ciudadanía ya no se define únicamente en función de los derechos políticos, cívicos y sociales. Tampoco se agota en el derecho a participar en las decisiones políticas de su comunidad.

La ciudadanía también hace referencia a las "prácticas sociales y culturales que dan sentido de pertenencia". Y una de las principales prácticas sociales que dan sentido de pertenencia, que atan al mundo, es el consumo.

De alguna manera se han magnificado la capacidad de organización y el sentido de participación. En torno de estas figuras se ha construido un mito que no corresponde a la realidad de las prácticas sociales.

El hombre y la mujer de hoy se interesan poco por la política. En algunas sociedades el nivel de participación electoral, por ejemplo, se sitúa en el 50 por ciento. Eso quiere decir que, por lo menos a la mitad de los ciudadanos y ciudadanas no les interesa la política y no por ello dejan de sentirse ciudadanos o ciudadanas. ¿Cómo resolver este enigma?

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