REPORTE DE LA ASESORIA DE HIGIENE Y SALUD

Ética… ¿mito o realidad?

Sin duda alguna los seres humanos nos regimos por normas de convivencia, de las cuales cada uno decide tomar en cuenta en el desarrollo de su vida. Universalizar los valores traería como resultado una relación con un mayor grado de cultura y civilización en el sentido ético-moral y acrecentaría las virtudes de las personas, tales como la bondad, la honradez, la solidaridad, el amor, la fidelidad, la paz, la verdad, la responsabilidad, la fortaleza, la libertad, el respeto, etc. y la finalidad, de esto sería mejorar la voluntad, las intenciones y los propósitos con que se realice cada acto cotidiano, para ello, deberíamos convertirlas en virtudes practicas, que nos ayuden a eliminar cada obstáculo o contingencia que se nos presenten a lo largo de nuestra vida. Sin embargo todo esto no lo tomamos en cuenta y es por eso que al querer universalizar los valores entra en juego el famoso concepto de Tomas Moro “utopía”, el cual nos lleva a la realidad, ya que en el vivir diario existe quienes actúan bajo los estándares de lo bueno y quienes deciden hacer lo contrario actuando egoísta y cruelmente, logrando dar como resultado la sociedad en la que vivimos día con día, dejando las ideas en un simple sueño y en la esperanza de que “algún día todo será mejor”.

A lo largo de nuestra vida también se nos presentan dilemas, todos alguna vez nos hemos preguntado si cierta situación o comportamiento que vivimos es bueno o malo y el no saber que hacer nos deja grandes experiencias. Sin conocer el concepto a fondo hemos sido parte de un juicio moral en el cual realizamos una búsqueda de la verdad, pero durante su desarrollo por cómo hemos sido educados solemos adoptar actitudes como el rechazo, la indiferencia o la aceptación, después al tener una postura ante algo que creemos bueno o malo, solemos experimentar sentimientos como la culpa, el remordimiento y el arrepentimiento, en base a la decisión que hemos tomado, aunque también podemos quedar satisfechos de haber elegido la mejor opción por actuar en bien de nuestra sociedad.

Los seres humano debemos dejar de ser egoístas y no solamente pensar en nosotros si no pensar también en las personas que nos rodean, porque no se sabe en qué momento vamos a necesitar de los demás; cuando se logre que todo lo que realizamos vaya encaminado al bien común, sabremos no que el mundo está cambiando si no que las personas están siendo diferentes.

Creo que esta en nosotros los futuros docentes, no cambiar el mundo, si no inculcar en los alumnos esos valores que son tan importantes para rescatar a nuestra sociedad del hoyo en el que ha caído, y hacer de los niños personas con criterio, consientes de las decisiones que tomen, pero sobre todo invitarlos a reflexionar de que todo acto que uno realiza en la vida trae consecuencias.

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