Reflexiones sobre la lectura el Elogio de la Dificultad

Reflexiones sobre la lectura el Elogio de la Dificultad

En horabuena el Maestro Zuleta nos despierta como muchos caudillos y pensadores que en el pasado han querido, ya sea por medio de la fuerza o su pensamiento, del letargo acomodado y degradante de una sociedad acostumbrada a que como a gallinas se nos tire los granos con que alimentarnos, así se nos prepara para ser destazados durante una toda una vida por unos cuantos con sus miserables salarios, sus geniales -para ellos- sistemas financieros, los impuestos que sólo benefician a las transnacionales que succionan nuestros recursos naturales, la educación y la salud que reciben el peor de los tratos y la miseria de unos recursos a expensas del vicio del pueblo.

Lo peor no es tanto la opresión que sufrimos de los gobernantes o dueños de esta “finca”, sino tal vez que nosotros como labriegos, sigamos llevando nuestras vidas como borregos al matadero; alternado entre el tan anhelado trabajo al que aspiramos cuando salimos del colegio –porque esa es la instrucción que hemos recibido- y la televisión barata saturada de realitis estúpidos y novelas adoctrinantes de sicariato, drogas y violencia, es el coliseo romano que apacigua la demanda del pueblo y su alboroto, con unos gladiadores armados actualmente no con espadas o trinquetes sino con una esfera de cuero, que permite recibir afanosamente el lunes, y debatir su compromiso en el campo, por los disque afortunados hinchas. No podemos olvidar el “escape” semanal heredado y que desde muy jóvenes llevamos por costumbre: “la birra o guaro”, acompañado a veces de una desenfrenada rumba, que actúa como floxetina logrando enviar al subconsciente nuestra maltratada existencia.

Es entendible la crítica sarcástica cuando Zuleta se refiere al comportamiento de algunos seguidores religiosos que encuentran en estos sitios la manera malsana de encubrir sus conductas, y aparentar su supuesta transformación divina y apuntar con su dedo señalador al individuo que comete tales y tales despropósitos. Pero lo que se le escapa a Zuleta es la verdadera esencia del mensaje bíblico que contiene innumerables y profundas principios de convivencia y respeto que los hombres hemos olvidado, en una sociedad enmarcada por una crisis familiar, donde el régimen del yo primero es la constante derivada capitalismo absoluto.

Los físicos cuánticos han descubierto recientemente que algunas células del corazón se comportan de manera similar a las del cerebro, nos es gratuito expresar lo que dice Proverbios 23:26 “Dame, hijo mío, tu corazón, y miren tus ojos por mis caminos.”, entendiendo el corazón como la conciencia y los caminos como la manera ideal de vivir la vida, podríamos comprender que nuestro carácter puede ser moldeado y que si se cura el individuo se cura la familia y si se cura la familia tendremos una sociedad equitativa y real.

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