Reforzador Novedoso y Social

1. Reforzador Novedoso y Social

Recuerdo que cuando yo era pequeña, me costaba mucho exponer algún tema frente a mis compañeros, todo se hacía muy difícil. Yo sabía que era lo que iba a decir exactamente, todo estaba estudiado, pero al momento de querer decirlo, se me borraba de la cabeza por los nervios que me daban. Un día mi maestra habló conmigo y me dijo que por cada tema que yo lograra exponer bien, ella me daba a escoger algún premio que tuviera en la bolsita misteriosa (Bolsa de tela de gamuza negra decorada con estrellitas, que solo hizo para mi) donde podía encontrar dulces, un papelito que valía por 15 minutos de recreo extra o un

papelito que valía por un día para llevar puesta mi ropa favorita.

Siento que las consecuencias que tuve con este reforzador fueron demasiado buenas porque poco a poco fui dejando el miedo de exponer frente a la clase, me sentía orgullosa de poder hacer esa acción que tanto miedo me daba y pude después de poco tiempo decirle a la maestra que ya no me daba miedo exponer. Además que mis compañeros sabían lo mal que la estaba pasando y me alzaban su dedo pulgar queriéndome decir que todo estaba bien y me hacían señas de que me calmara porque todo saldría excelente. Esto me ayudo a tener más confianza en mí y saber que no se estaban burlando, al contrario, me apoyaban y querían que me sintiera bien.

2. Reforzador extrínseco

Cuando yo trabajaba en una empresa, mi jefe hizo una reunión para exponer varios puntos que abrían de tratarse a la brevedad. Uno de esos puntos era el que habíamos bajado la productividad del trabajo al que nos dedicábamos, una empresa nos contrató en base a un Outsourcing y nosotros teníamos que recuperar el dinero que la empresa prestaba o las cosas que vendía a pagos.

Y nos propuso que el que más pagos lograra recabar o el que más dinero recuperara, tendría un fin de semana de descanso además de comisionar al doble ese dinero recuperado. Y pues dicho y hecho, me puse a trabajar arduamente y conseguí el fin de semana de descanso y comisioné al doble.

Comprendo que hay veces que necesitamos de un impulso para hacer cosas que no hacemos o dejamos de hacer y esta no fue la excepción. Trabaje demasiado para lograr mi cometido. Me funcionó mucho porque siento que a veces es lo que falta en cualquier empresa para tener buena productividad. Además que recibes algo que en ocasiones no se puede tener fácilmente. Llamémoslo, una recompensa.

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