Ruidos Y Los Desiveles
angeemaycito20 de Marzo de 2014
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El ruido es inevitable en todas las actividades de la vida diaria, pero puede ser controlado para hacerlo menos agresivo.
La intensidad de los sonidos se mide a través de un aparato llamado decibelímetro y a través de una unidad de medida llamada decibel y se considera que el nivel óptimo para el oído humano oscila entre 15 y 30 decibeles y cuando estos rebasan los 60 decibeles se inician los daños en la salud.
El principal problema es que todo el tiempo estamos escuchando varios ruidos a la vez, los que sumados favorecen en mucho los niveles de riesgo auditivo, ya que de entrada se calcula que en las grandes ciudades el ruido “diario normal” es de 80 a 100 decibeles.
Unos ejemplos de la intensidad de los sonidos son:
- 10 Decibeles son producidos por la respiración de una persona.
- 50 Decibeles son los sonidos que se escuchan en un parque o lugar tranquilo.
- 60 Decibeles son los que produce una plática normal entre dos personas únicamente.
- 70 Decibeles son ocasionados en una calle de tráfico tranquilo.
- 80 Decibeles es el ruido ocasionado por una aspiradora.
- 100 Decibeles es el sonido de un silbato de tren dentro de un túnel.
- 130 Decibeles produce el ruido de una ametralladora.
- 140 Decibeles es el sonido del despegue de un jet.
- 175 Decibeles se producen por el despegue de un cohete especial.
El ruido es parte normal de la naturaleza. Aún en lugares más desérticos e inhabitados hay infinidad de sonidos y estos existen desde antes de la aparición del hombre, cuando eran generados por los truenos, erupciones volcánicas, movimientos telúricos y sonidos emitidos por animales gigantescos pero, pasados éstos, todo volvía a la normalidad.
Con la aparición del hombre aparecieron nuevos ruidos monótonos, fuertes y contrastantes que fueron en aumento conforme avanzó el hacinamiento colectivo y la inevitable marcha de progreso. Ahora el ruido molesto e irritable es parte de la vida diaria y aquellos sonidos agradables que son propios de la naturaleza, han sido opacados.
Y aunque se considera que tampoco es saludable el silencio absoluto, entre los 15 o 20 decibeles, el ser humano goza de bienestar acústico. El ruido que es considerado como contaminante, es aquel que el hombre produce a diario y que proviene de: - Vehículos en movimiento.
- Radios a todo volumen.
- Fábricas.
- Construcciones.
- Aparatos domésticos.
- Gritos.
- Claxon.
- Radios, juegos de video, antros o televisiones.
- Motocicletas y muchas, muchas fuentes más.
El nivel sonoro que podemos aguantar depende de varios factores: tipo de ruido, distancia a la fuente sonora, tiempo de exposición, tipo de fuentes, actividades que realiza el receptor, sensibilidad y circunstancias de éste.
A los 70 decibeles ya hay daños al oído, es el caso de zonas comerciales, industriales, tráfico, con exposición de 24 horas diarias (OMS). Una exposición de carácter laboral durante ocho horas diarias, de 75 decibles, asegura que un 96% no sufrirá mayores daños auditivos que los correspondientes a la presbiacusia (Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, EPA).
Un nivel continuo de 85 decibeles o superior, durante un periodo de ocho horas por varios años, puede dañar la capacidad de audición. Las normas laborales de Nicaragua estipulan que después de 85 decibeles de nivel sonoro continuo equivalente, se debe usar protectores auditivos. Según la Agencia de Protección Ambiental, puede producirse una pérdida de audición si nos exponemos durante ocho horas diarias a cualquier ruido que alcance los 85 o más decibeles. A partir de 85 decibeles, por cada tres decibeles que se aumenten, se debe reducir la jornada laboral a la mitad.
El Instituto Nacional
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