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Semiotica


Enviado por   •  14 de Octubre de 2014  •  Trabajos  •  6.790 Palabras (28 Páginas)  •  212 Visitas

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ÍNDICE

INDICE 1

SEMIÓTICA DE LA PARALINGÜÍSTICA 2

CÓDIGOS PARALINGÜÍSTICOS 2

INTERJECCIONES PROPIAS 4

INTERJECCIONES DE EXPRESIÓN 6

RUPTURA DE RITMO DE ENTONACIÓN 7

LA CODIFICACIÓN PARALINGÜISTICA DEL DISCURSO 8

SOBRE LA PRONUNCIACIÓN 9

LENGUAJE DE SEÑAS 12

MURMULLO 17

CONCLUSIÓN 21

SEMIÓTICA DE LA PARALINGÜÍSTICA

El ser humano ha creado muchos sistemas de signos, desde las señales de humo al lenguaje de las pinturas rupestres, desde una ceremonia o culto a las señales de tráfico, ha convertido en códigos, manifestaciones que inicialmente no surgieron para la comunicación. Es capaz, de hacer signo de cualquier cosa, por lo menos para sí, por ejemplo: unos cuantos recortes de material de hierro recogidos y con ellas construida la escultura, bajo la sensibilidad del artista, asimismo también se tiene: lo que nos cuenta una pintura, la lectura de comics, un grafiti en la pared, la historia que nos cuenta el cine mudo, lectura de unas comiquitas o de una vestimenta, donde se cree que no hay significación pero si lo hay. O podría decirse sobre aquellos fenómenos materiales que actúan directamente sobre los órganos de los sentidos como la luz roja de un semáforo para impedir el paso de personas o vehículos, son señales. La actividad humana de la significación no se agota ni con la comunicación idiomática verbal ni con los diversos escritos.

CÓDIGOS PARALINGÜÍSTICOS

Los Códigos Paralingüísticos son un conjunto de signos no verbales que acompañan la comunicación lingüística y que complementan la comunicación, especialmente la interpersonal, como los gestos del rostro y ademanes corporales. Son sistemas de signos que aunque no se identifican con el lenguaje están próximos a él, al cual apoyan, complementan o sustituyen en los procesos de la comunicación y son considerados el principal vehículo para la comunicación emocional. Cuando los seres humanos se comunican intervienen una serie de gestos o actitudes corporales que emiten mensajes, muchas veces enfatizan lo que estamos diciendo, sustituyen por completo las palabras o en otros casos desmienten nuestro mensaje verbal y es a esto que llamamos códigos paralingüísticos.

Se puede señalar, entonces, que la comunicación no verbal está conformada por un conjunto de movimientos corporales, señales y gesticulaciones por medio de los cuales comunicamos alguna idea o sentimiento. Todos ellos contribuyen a construir la imagen del otro cuando habla como a subrayar o a contradecir el significado estrictamente lingüístico.

Entre estos sistema de signos que apoya al lenguaje oral se tienen: los relevos del lenguaje (Ej.: los alfabetos significativos el baile, el Morse), los sus títulos del lenguaje (Ej.: la mitografía, la pictografía), los auxiliares del lenguaje (Ej.: la entonación, la quinésica y la prosémica). Mario Pérez, ha señalado que “El cuerpo es una fuente permanente de comunicación no verbal. Utilizamos para enviar mensajes la cabeza, la cara en general, ojos, labios, mejillas, mentón, cejas, hombros, brazos, manos, dedos, etc. Con todos ellos, y según la situación nos comunicamos; ya sea para dar un saludo, el pésame, etc. Es así, siempre nos estamos comunicando y hasta de manera involuntaria, por ejemplo: cuando observamos la palidez de un individuo que ha sufrido un susto, esto demuestra su temor.

La interjección es un tipo de enunciado en una lengua natural que expresa alguna impresión súbita, exclamativa o un sentimiento profundo, como asombro, sorpresa, dolor, molestia, amor, etc. Sirven también para apelar al interlocutor, o como fórmula de saludo, despedida, conformidad, etc.; por ejemplo:

• ¡Alto!: se usa como llamada enérgica imperativa.

• ¡Ay!: se emplea para expresar un sentimiento vivo.

• ¡Eh!: se usa para preguntar, llamar, despreciar, reprender o advertir.

• ¡Hola!: se usa como salutación familiar.

Por lo tanto, son semánticamente equivalentes a una oración completa, y expresan o describen elementalmente una acción sin estar sintácticamente organizados, por ello puede considerarse que no son una parte de la oración (aunque algunos gramáticos las incluyen en el inventario de clases de palabras), sino que son signos lingüísticos pregramaticales que desempeñan las tres funciones del lenguaje según Karl Bühler: expresiva, conativa y representativa.

Equivalen también a oraciones sin desarrollo las expresiones interjectivas del tipo «¡cielo santo!», «¡Dios mío!», «¡recórcholis!», «¡rayos y truenos!», «¡demonios!», «¡cielos!», etc.

Las interjecciones son palabras generalmente únicas, que no tienen variaciones y se emplean muy habitualmente en forma aislada de una oración ―por lo que funcionan como una oración completa― y que expresan sentidos admirativos o de asombro, alegría, saludo o bienvenida, alarma, asco, y similares, en forma exclamativa, por lo cual generalmente se escriben entre signos de admiración.

Existen asimismo algunas interjecciones de sentido interrogativo, o confirmativo de lo antes expresado, que ocasionalmente se intercalan en una oración, y que, obviamente, se escriben entre signos de interrogación

Interjecciones propias

Las interjecciones propias, o interjecciones propiamente dichas, se componen de una única palabra comprendida entre signos de admiración o de interrogación:

• ¡ah!: sirve para expresar asombro, comprensión de lo oído, sorpresa, placer.

• ¡arre!: para azuzar a un caballo, indicando que se desea avanzar.

• ¡ay!: sirve para expresar dolor. Es una interjección que puede ser seguida de una expresión confirmatoria, por lo que cabe integrarla en una oración; pero como las interjecciones forman una unidad en su entonación oral, se separa con una coma: «¡Ay, cómo me duele!».

• ¡bah!: sirve para expresar desprecio, desinterés.

• ¡buah!: sirve para expresar asombro, incredulidad o sorpresa.

• ¡buah...! (imitando el llanto): sirve para expresar tristeza.

• ¡Che!: utilizado en español rioplatense para expresar llamado de atención, saludo o queja.

• ¡chitón! o ¡sh!: para pedir silencio.

• ¡ea!1

• ¡eh!: sirve para expresar rechazo, desaprobación de lo excesivo, sorpresa.

• ¿eh?: siendo una forma interrogativa, expresa duda de haber comprendido lo oído, o una solicitud de que se repita algo que no fue atentamente escuchado; también se emplea en el contexto de un discurso, como una suerte

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