Sustentabilidad

Mesa de derechos ciudadanos y desarrollo sustentable

BLOG | MARZO 19, 2013 - 6:00AM | POR TEODORO LAVÍN LEÓN

Nadie duda de la importancia de la Mesa de los Derechos Ciudadanos, aunque (a pesar de lo que nos guste o no) son derechos ya adquiridos y no deben ponerse a discusión.

La Mesa de Derechos Ciudadanos no es más que una mesa de diálogo con otro nombre, y, como con las diferentes que todos los gobiernos a través de la historia han realizado, desde luego que no habrá nada nuevo; se volverán a juntar, volverán a hacer planes, habrá quien proteste, se le oirá y se tomará nota, se harán planes y programas que se presentarán en público y en seguida se olvidarán de que existen.

Es un buen ejercicio de olla express, que sirve para arrojar los problemas comprimidos, los cuales (los de siempre) se analizarán: en primer término, la seguridad, que todo mundo pedirá; derechos ciudadanos, reforma política y, desde luego, una serie de apoyos de acuerdo a las ONGs que participen.

¿Por qué?, porque no es sólo la voluntad del Gobierno del Estado, por buenos deseos que tenga de acercarse a la ciudadanía, la que será representada por los ciudadanos afines a los partidos políticos en mesas de diálogo, en las que habitualmente se trabaja mucho y se pierde mucho tiempo; pero el problema no es que funcionen las mesas: es que, cuando el resultado de las mismas esté listo -y eso será, si bien nos va, en seis meses-, los legisladores, a quienes les vale una pura y dos con sal la opinión de los ciudadanos, no harán nada más que un poco de cuento y todo el trabajo no servirá para nada.

El que esto escribe lo ha vivido en carne propia. Se trabajó durante ocho meses y los ratas de los diputados de la anterior legislatura no sólo les dejaron de pagar a los empleados, sino que, después de que se les presentó el trabajo a los legisladores, que se repartió la información a la prensa -en la que venía una serie de peticiones, desde ayuda para el Cuerpo de Bomberos hasta la reforma política para hacer más democráticos cada día nuestros procesos electorales-, hágase de cuenta que ellos nunca lo vieron. Hicieron modificaciones electorales como se les pegó la gana, haciendo caso omiso de lo que la ciudadanía pedía. Son tan cínicos que, como nunca pudieron poner una oficina, porque todo estaba ocupado por gente inútil que se dedicaba a comer media mañana y a platicar por teléfono la otra mitad, quedaron debiéndonos más de cien mil pesos que se clavó la administración pasada, aunque les entregamos las facturas correspondientes.

El trabajo se entregó en tiempo y forma, pero la opinión ciudadana les vale, y nada más veamos que si violan la Constitución General de la República, como hicieron con la ratificación de la CDHEM, y les vale Máuser, imagínese qué harán con las peticiones ciudadanas. Mientras no

...