Teatro

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Un Villancico Navideño

Obra en dos actos con nuestras más sinceras disculpas al Sr. Dickens

Acto 1 Escena 1

Foro en oscuro. Telón cerrado. Entra Narrador.

NARRADOR: Marley estaba muerto. Bien muerto… Todito... Sí, Jacobo Marley, el avaro prestamista, tenía siete años de estar completa, definitiva y muy sinceramente muerto. Y que esto quede bien claro, eh? Porque si no, todo lo que les vamos a contar, ... vale gorro.

(Se ilumina la escena. Oficina de Marley y Scrooge. Scrooge contando dinero y escribiendo en un libro. BOB Cratchet en el otro escritorio. Una vela encendida en el escritorio de Cratchet.)

NARRADOR: Si existe alguien en este mundo todavía más materialista, más miserable, más tacaño y más sangrón que Marley; ese es su socio, Scrooge… Ebenezer Scrooge es el hombre más rico, pero más avaro del barrio. Sus únicos placeres son contar su dinero y pensar en nuevas maneras de fastidiar al prójimo y hacer más dinero. Su corazón es tan duro, tan frío y tan oscuro... como el sepulcro de Marley... o como Hacienda. Y para él, la alegría, las fiestas, el amor, la familia, los villancicos y la Navidad, son puras...

SCROOGE: Patrañas!... Estas cuentas son puras patrañas!... Cómo que Priscila la de los cerillos de no pagó sus intereses esta semana?

CRATCHET. Es que como llovió toda la semana, pues nadie se paraba a comprarle, y luego se le mojaron los cerillos, y pues peor, no vendió nada.

SCROOGE: ​Patrañas!... Esa chamaca no tiene iniciativa! Podía haberse parado debajo de un árbol, o meterse los cerillos en el buche para que no se mojaran, o en los chones.. No quiero pretextos, Cratchet! Hoy mismo le mandas decir que o me paga o le confisco los chones… digo, los cerillos!... Mugrosa!

CRATCHET: Pero Señor Scrooge, por lo menos había de esperar, a ver si se empareja hoy en la noche. Si no, ¿con qué les va a comprar sus regalos a sus catorce hermanitos? ¡Mañana es Navidad!

SCROOGE: Navidad... ¡Já! ¡Patrañas, puras patrañas!... Puros pretextos para no trabajar y gastar a lo tonto! Y ¿Quién le dijo que tuviera catorce hermanitos, eh? ¿Qué nunca oyó que la familia pequeña vive mejor?

CRATCHET: ¡Pero si no es su culpa! ¿A poco ella le dijo a su mamá que los tuviera?

SCROOGE: ¡Nada!... ¡O me paga con dinero o me paga con los chones!... Digo los cerillos, con un…! No soy beneficencia pública. ¡Que a sus catorce hermanos los mantenga el gobierno!... ¡Mugrosos!

CRATCHET: ¡Pero don Ebe! ¡Es Navidad!

SCROOGE: ¡Navidad mis polainas! ¡Y no me digas don Ebe que ya sabes que me choca! ¡Señor Scrooge para ti!

CRATCHET: Sí, señor Scrooge. Perdón, señor Scrooge... ¿Así, Don Ebe?

SCROOGE: Ándale. Nomás sígueme faltando al respeto y te vas a quedar sin aguinaldo.

CRATCHET: ¿Cuál aguinaldo si nunca me da?

SCROOGE: ¡Para que te eduques, mugroso! Por irrespetuoso.

CRATCHET: ¿Y a poco va a querer que venga a trabajar mañana?

SCROOGE: ¡Claro que sí! Ya te dejé faltar el día de tu cumpleaños.

CRATCHET: ¡Pero si mi cumpleaños fue en domingo!

SCROOGE: De todas maneras, no viniste a trabajar.

CRATCHET: Bueno, pero ¡es Navidad! ¿No me va a dar el día?

SCROOGE: ¡Está bien! ¡Está bien! Puedes faltar, haragán. Y para que veas que soy generoso, no te voy a descontar el día.

CRATCHET: (para sí) Si, y si viniera tampoco me lo iba a pagar doble, ¿verdad? ¡Viejo tacaño!

SCROOGE: ¿Qué tanto murmuras?

CRATCHET: Nada, que... muchas gracias, Señor Scrooge.

(Entra el sobrino de

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