Test Patones y Torremocha

PATONES DE ARRIBA

“Un reino, con rey propio, en el centro de España.”

Altitud: 835 m.

Extensión: 35 km2.

Pobalción: 345 habitantes.

Distancia desde Madrid: 60 km

Acceso por carretera: N-1 hasta Venturada, allí tomar dirección Torrelaguna, donde continúa la carretera hacia Patones y Torremocha.

Cuenta la tradición, que en el tiempo en el que los sarracenos se hicieron dueños de España, algunos buenos cristianos se escondieron en estos lugares montañosos y eligieron de entre ellos a un rey que les gobernase, el rey de Patones, y así siguió la cosa durante siglos, olvidados de todos. También se cuenta cómo uno de sus monarcas, cuya ocupación era bajar a Torrelaguna a vender cargas de leña, llegó a escribir una carta que comenzaba diciendo: “Del rey de los Patones al Rey de las Españas”. El monarca español, que por aquel entonces sería Felipe II, mandó averiguar quién era aquel súbdito tan descarado que presumía tener un reino dentro del suyo. Pero, enterado de la situación del pueblo, sin caminos que llegaran hasta allí, les dejó tranquilos. Más tarde, Carlos III intentó ponerles impuestos sin, al parecer, mucho éxito, así que permanecieron ignorados de todos. Incluso pasaron desapercibidos para los franceses en la invasión napoleónica.

Eso sí, Patones, no pudo resistirse a la “invasión” turística, y en los años 70, los madrileños y algún que otro extranjero, comenzaron adquirir casas y rehabilitarlas como segunda vivienda. Esto llevó consigo la instalación de bastantes negocios de hostelería. Hay un buen número de restaurantes, se ha abierto un hotel, cuatro apartamentos turísticos y dos casas rurales. También se ha invertido en pavimentación y rehabilitación de edificios públicos, como por ejemplo El Centro de Interpretación Rural de Patones, construido a partir de la antigua Iglesia. En él se pueden ver exposiciones fotográficas relativas a la historia de Patones, maquetas del Valle Medio del Jarama, e incluso algún vídeo sobre Patones y sus alrededores.

La estrechez de las calles enlosadas, las grandes cuestas, las casas de piedra y pizarrra le dan al pueblo un aspecto muy pintoresco. Los únicos factores negativos son el acceso por una carretera muy sinuosa y estrecha, y los problemas de aparcamiento, debido a la gran afluencia de visitantes, que sobre todo suben a Patones a degustar la gastronomía del lugar. En sus restaurantes se puede comer un buen cabrito, chorizos y judías . También se puede comprar una miel excelente.

En las inmediaciones del pueblo se encuentra el embalse de El Atazar, muy conocido por los jóvenes del Pinar, ya que allí realizan

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