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Texto y poema de Juan Ramón Jiménez


Enviado por   •  19 de Mayo de 2012  •  Prácticas o problemas  •  493 Palabras (2 Páginas)  •  1.961 Visitas

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Texto y poema de Juan Ramón Jiménez.

Juan Ramón Jiménez es uno de los más grandes poetas de todos los tiempos. Nació en Moguer (Huelva) en 1.881 y murió en 1.958. En 1.956 obtuvo el premio Nóbel de Literatura.

Veamos a continuación un poema de Juan R. Jiménez.

Pastoral.

He venido por la senda,

con un ramito de rosas

del campo.

Tras la montaña,

nacía la luna roja;

la suave brisa del río

daba frescura a la sombra;

un sapo triste cantaba

en su flauta melodiosa;

sobre la colina había

una estrella melancólica...

He venido por la senda,

con un ramito de rosas.

A veces en las narraciones lo más importante no es lo que ocurre, sino los sentimientos que expresan algunos personajes. Y el mérito del narrador consiste en transmitir a los lectores esos sentimientos.

Veamos cómo Juan Ramón Jiménez nos conmueve con este texto de su libro "Platero y yo".

El canario vuela.

"Un día, el canario verde, no sé cómo ni por qué, voló de su jaula. Era un canario viejo, recuerdo triste de una muerta, al que yo no había dado libertad por miedo de que se muriera de hambre o de frío, o de que se lo comieran los gatos.

Anduvo toda la mañana entre los granados del huerto, en el pino de la puerta, por las lilas. Los niños estuvieron, toda la mañana también, sentados en la galería, absortos en

los breves vuelos del pajarillo amarillento. Libre, Platero holgaba junto a los rosales, jugando con una mariposa.

A la tarde, el canario se vino al tejado de la casa grande, y allí quedó largo tiempo, latiendo en el tibio sol que declinaba. De pronto, y sin saber nadie cómo ni por qué, apareció en la jaula, otra vez alegre.

¡Qué alborozo en el jardín! Los niños saltaban, tocando las palmas, arrebolados y rientes como auroras; Diana loca, los seguía, ladrándole a su propia y riente campanilla; Platero, contagiado, en un oleaje de carnes de plata, igual que un chivillo, hacía corvetas, giraba sobre sus patas, en un vals tosco y poniéndose en las manos, daba coces al aire claro y suave..."

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