Vitivinicultura.

ENOLOGIA.

La vid, El clima y el suelo.

Antes de empezar a hablar del producto final que, en este caso es el vino, mencionaremos los cuatro parámetros fundamentales que determinan la personalidad del vino, la vid, la tierra, el clima y el hombre

En definitiva se trata de una planta que se extiende horizontalmente sobre el suelo, o bien en altura y está formada por raíces, tallo, tronco y ramas o sarmientos. Las hojas se insertan en estos últimos mediante peciolos, mientras los gramos de uva se agrupan en torno al palillo. La profundidad de la raíz es notable (entre los 10 y 15 metros) y el crecimiento de la planta no cesa hasta que el suelo no ha ofrecido a la raíz el grado de humedad necesario.

La raíz como órgano subterráneo absorbe del suelo la riqueza mineral y nutritiva que se precisa para la vida de la planta la cual llega a las hojas a través de la savia.

El cultivo de la vid en la geografía mundial.

Las grandes áreas mundiales del cultivo de la vid se enmarcan dentro de unas coordenadas geográficas bien definidas: entre de las 30° y 50° en ambos hemisferios.

La climatología es la causa que fija estos límites: por debajo de 30 ° de latitud, los rayos solares generan climas calurosos: en cambio, por encima de los 50° producen climas fríos.

Relación entre la cepa y el vino.

Diversos son los factores que intervienen en la calidad de un vino: cepas, suelo, clima, añada procedimiento de vinificación y crianza etc.

La cepa imprime las características propias del vino. Resulta decisiva la influencia del suelo en la vida de la cepa. Queremos recordar que, en general los terrenos arenosos y silíceos den vinos finos, de poco cuerpo, mientras que los vinos robustos se producen en los terrenos arcillosos y calcáreos.

El suelo.

Uno de los factores primordiales en la relación con el producto final de la viña es el suelo, en este sentido cuando se trata de suelos pobres bien drenados, es un hecho que la vid le cuesta producir un buen vino.

La mayor retención de agua en el suelo se puede conseguir a través de un drenaje bien concebido y la inclinación apropiada es también fundamental para adecuar el suelo vitícola a su función.

Es preciso hacer ahínco en que los suelos arcillosos producen vinos taninos y duros, los calizos, vinos de mucho cuerpo y redondez, y los silíceos, caldos con marcado buquet y finura.

El clima.

Es uno de los factores que influyen en lo que se conoce como añada (año en el que se elabora el vino)

Cuatro son los factores elementales que determinan un clima: la luz (horas de sol necesarias para la fotosíntesis); el viento da temperatura y la pluviometría (expresada en m.m) que registra el nivel de agua que de manera natural recibe la planta.

La poda.

Una vid creciendo en libertad desarrollaría un largo tronco y frutos muy pequeños y poco ácidos, que no tendrían la calidad necesaria para la elaboración de un vino.

Es por ello que la vid, al igual que otras muchas plantas de cultivo, necesitan de una poda que las hará crecer de una forma controlada y regulará la producción y la calidad de una uva.

Las distintas variedades de plantas y la disposición del tallo, brazos y sarmientos, determinan distintos

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