Y EN ESTA ESCUELA QUÉ TIPO DE ACOMPAÑAMIENTO SE NECESITA

Sin duda alguna todos los centros escolares y escuelas necesitan algún tipo de asesoría para funcionar de la mejor manera, para poder determinar qué tipo de asesoría y acompañamiento se necesita en la secundaría Teófilo Rivera, es necesario tomar muy en cuenta lo que Serafín Antúnez (2006) nos dice en su texto “Principios generales de la asesoría a los centros escolares.”

Como principio toda tarea de asesoría requiere de ciertas características y parámetros para poder cumplir con su función., entendiendo a esta como un proceso en el que se da asistencia, apoyo mediante la sugerencia, ilustración u opinión con conocimiento a los y las directivas o colectivos de las instituciones escolares, academias, docentes y personal que así lo requiera, con el propósito de mejorar en nuestro desempeño. Debe darse como una actividad orientadora y de manera sistematizada.

Este acompañamiento puede ser realizado por un asesor de preferencia especialista ya sea personal de la institución o persona ajena a la institución. El proceso inicia acordando la estrategia con el directivo indicando el papel que tendrán para realizar el plan de mejora. Es importante presentar una propuesta de trabajo desde la elaboración del diagnóstico, hacer un plan de acción, lo ejecutan, le dan seguimiento a las acciones y evalúan sus logros, lo que puede llevan a un replanteamiento de acciones en caso de no haber alcanzado los resultados esperados. Este acompañamiento fortalecerá a toda la institución.

Para que esto pueda darse la primera condición es que dicha asesoría debe estar dirigida a la escuela y en la escuela, adaptada a las necesidades que se presentan en la misma, mediante mecanismos que articulen su funcionamiento, aclarando las dudas que surgen en los docentes a lo largo de la práctica educativa buscando alternativas realistas y factibles que se apeguen al contexto y la realidad educativa, que den solución a situaciones de las tareas cotidianas y que signifiquen un cambio en la práctica docente, por ende elevando la calidad y credibilidad de la institución.

En segundo lugar el concepto de la persona que vaya a asesorar debe inspirar confianza, responsable y profesional, con una trayectoria impecable, que se mantiene en una constante actualización con ideas vanguardistas, así mismo la asesoría que nos brinde debe ser funcional y que realmente proponga una solución y aclare nuestras dudas. En definitiva esto condicionara la relación existente entre el asesorado y el asesor, pero también como docentes debemos de abrir nuestras mentes, dando la oportunidad de conocer al asesor y no dejarse llevar por primeras impresiones o comentarios mal intencionados. Asumiendo y compartiendo responsabilidades de asesor y asesorados.

En este orden de ideas y de acuerdo a los tipos de asesoría propuestos por Nieto Cano (2004), sugiero que debido a las características de la escuela y a la magnitud de

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