Сontexto, causas y efectos de las peores formas de trabajo infantil y la explotación sexual comercial en los niños, niñas y adolescentes trabajadores

CONTEXTO, CAUSAS Y EFECTOS DE LAS PEORES FORMAS DE TRABAJO INFANTIL Y LA EXPLOTACIÓN SEXUAL COMERCIAL EN LOS NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES TRABAJADORES

RESUMEN

El trabajo infantil en Colombia tiene diversas causas generadas desde los niveles económicos, sociales, culturales de los niños, niñas y adolescentes que son trabajadores, ya que este puede tener gran impacto en su desarrollo físico y mental. Dentro de las modalidades de trabajo infantil encontramos unas peores formas de trabajo infantil contempladas en el convenio 182 de la OIT y en la ley 704 de 2001, las cuales son las prácticas laborales que afectan severamente la salud física y mental, la dignidad y seguridad de los niños, niñas y adolescentes. Además también se realizo una revisión a temática de explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes contemplado en la ley 679 de 2001 y 985 de 2005 que es considerado como una forma de esclavitud y teniendo en cuenta sus posibles causas y efectos en la calidad de vida de los niños, niñas y adolescentes.

Palabras clave: niños, niñas y adolescentes trabajadores, trabajo infantil, peores formas de trabajo infantil, explotación sexual comercial.

El ciclo vital infancia abarca los primeros nueve años de vida, en los que se conforman las primeras bases del comportamiento humano relacionado con las áreas sociales, del aprendizaje y emocionales del individuo siendo muy importante la relación entre los padres o cuidadores, la estimulación y las habilidades adquiridas para relacionarse con los otros en el que la asistencia al colegio como el fortalecimiento de redes es importante en la construcción de la personalidad y del proyecto de vida de la persona (Papalia y Olds, 1992. Y Shaffer, 2000).

El ciclo vital de la adolescencia empieza desde más o menos a los 9 o 10 años dependiendo del desarrollo del individuo, lo que se considera como la pubertad, sigue por la pre adolescencia y continua a la adolescencia, en las que hay frecuentes cambios hormonales, hay gran intensidad en la expresión de las emociones y los sentimientos, el pensamiento es hipotético y por ende hay facilidad en la solución de problemas, siempre y cuando haya madurez cognitiva, social y emocional, aunque los eventos traumáticos pueden generar cambios en estos procesos; el joven tiene la necesidad de ser independiente y libre, por ende en ocasiones es desobendiente o tiene sentimientos de soledad de acuerdo a la pauta de crianza de sus padres o cuidadores, permanece mucho tiempo con sus pares, incluso se comporta de acuerdo a los requerimientos de su grupo de amigos, pero continúa siendo dependiente de sus padres ya que no se están terminando de consolidar las conexiones neuronales y bases de la personalidad para afrontar la adultez necesitando la protección de sus cuidadores. Se presenta mucha curiosidad por lo relacionado con la sexualidad, un rechazo ó la tendencia a sexualizar las relaciones sí se han presentado antecedentes de abuso sexual (Lange, 2003), hay gran interés por la diversión, la recreación y el deporte, pero sí no hay posibilidades de recrearse en su medio social y ambiental, posiblemente haya necesidad de buscar estimulación entre su grupo de amigos recurriendo a la delincuencia juvenil y el consumo de SPA, además de la fuerte necesidad de experimentar que lo puede llevar a recurrir a lo anterior o a otras problemáticas (Papalia, Wendkos y Duskin, 2004).

La sociedad de los niños, niñas y adolescentes no está apartada de los problemas de un país donde priman las condiciones de pobreza, desigualdad, exclusión social e inequidad que muy de la mano de otros factores como la política, la cultura y la producción, sumadas al contexto particular en el que están inmersos fenómenos como el conflicto armado, el desplazamiento y la concepción, y la misma concepción mental y social de la niñez y adolescencia (Observatorio sobre infancia UN).

De acurdo a la (Organización Internacional del Trabajo - OIT, 2003) El trabajo infantil es considerado como toda actividad física o mental, remunerada o no, que se dedica a la producción, comercialización, transformación, venta o distribución de bienes o servicios, realizada en forma independiente o al servicio de otra persona natural o jurídica, por menores de 18 años de edad. Se estima que en todo el mundo hay un aproximado de unos 246 millones de niñas, niños y jóvenes (entre los 17 años o menores), que son víctimas de la explotación laboral.

Muchos sujetos han sido trabajadores infantiles, los cuales defienden esta temática de acuerdo a los aspectos positivos que han traído para ellos aunque hoy por hoy muchos niños, niñas y adolescentes han comenzado a trabajar desde muy temprana edad predisponiéndolos a desarrollar múltiples enfermedades y a sufrir diversos accidentes relacionados con el trabajo y con los accesorios que manejan. Debido al crecimiento y maduración tanto física como mental, los menores de 18 años son más vulnerables por la etapa de desarrollo en la cual se encuentran y exposición laboral incluye muy visiblemente en la salud (Briceño y Pinzón, 2004).

Se ha encontrado que puede ser afectado el sistema osteomuscular de los niños ya que los huesos tienen menor elasticidad que el sistema adulto, por lo que tienen menor fuerza y capacidad para soportar cargas pesadas, este tipo de característica es la que hace que los niños, niñas y adolescentes estén propensos padecer diversos futuros desordenes osteomusculares cuando tienen que transportar cargas de forma manual, cuando realizar trabajos repetitivos, están demasiado tiempo de pie o cuando adoptan posturas durante tiempos prolongados o posiciones que son incómodas. Los niños presentan crecimiento y desarrollo de las extremidades superiores e inferiores, y esto incide en la precisión de sus movimientos tanto gruesos como finos, y los predispone a sufrir accidentes cuando laboran con diversos equipos pesados o en situaciones peligrosas (Briceño y Pinzón, 2004).

De acuerdo a Cullen y Mattison (1994) y Briceño y Pinzón (2004) cuando el cuerpo humano se expone a trabajos demasiado pesados desde temprana edad, los órganos vitales tienden a cambiar su diámetro, su volumen y su madurez, ya que algunos trabajos en los que se está expuesto a vibraciones, o con cargas físicas o mentales intensas, o con exposiciones continuas y crónica a los vapores, humo, al polvo o gases en espacios cerrados, con exposiciones a altas temperaturas o a algunos productos bastante peligrosos relacionados con la radiación pueden ocasionar alteración sobre todo en los órganos que se encuentran en desarrollo como por ejemplo el sistema nervioso, ya que su capacidad de regeneración es bastante limitada, por lo que el desarrollo del sistema neurológico

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