Trabajo Infantil

Introducción

Debido a la escasez de fuentes laborales, no solo hombres o mujeres son parte de la mano de obra en nuestro país, sino que también niños, niñas y adolescentes se encuentran trabajando y además en condiciones deficientes, algunos son explotados, y gravemente vulnerados.

La explotación infantil sigue siendo un problema importante para este país. 1 de cada 20 niños y niñas trabaja para mantenerse o ayudar a su familia. Existe una gran dificultad para detectar mediante los instrumentos convencionales de medición, como las encuestas a hogares u otras, las formas de trabajo infantil informales e ilegales que existen en el país, como son el comercio ambulante, prostitución, micrográfico de drogas, entre otros.

Pero encontramos estadísticas y una encuesta nacional, este proyecto realizado por el Ministerio del Trabajo Y Previsión Social y la OIT, en donde se muestra un contexto en Chile y el mundo sobre el Trabajo Infantil y sus características.

¿Qué se entiende por Trabajo Infantil?

Para la OIT (Organización Internacional del Trabajo) es aquel que daña la salud, la educación, desarrollo y calidad de vida de los niños, niñas y adolescentes.

Las peores formas de trabajo infantil, de acuerdo con el Convenio N° 182 de la Organización Internacional del Trabajo, se refiere a la explotación por parte de adultos, en actividades económicas que ocasionan daño a su desarrollo físico, psicológico y moral. Entre estas actividades se encuentran:

• Todas las formas de esclavitud o prácticas análogas a la esclavitud como la venta y la trata de niños(as), el trabajo forzoso u obligatorio.

• La utilización, el reclutamiento o la oferta de niños o niñas para la prostitución, la producción de pornografía o actuaciones pornográficas.

• La utilización, el reclutamiento o la oferta de niños(as) para la realización de actividades ilícitas.

• El trabajo que por su naturaleza o las condiciones en que se lleva a cabo podría dañar la seguridad de los niños y niñas.

Sucesos históricos relevantes

En junio de 1996, el Gobierno de Chile firmó junto a IPEC-OIT un Memorando de Entendimiento (renovado en el año 2002). Ese mismo año se constituyó por Decreto Presidencial Nº 131, el Comité Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil y la Protección del Menor Trabajador, en la actualidad el Comité Nacional Asesor para la Prevención y Erradicación Progresiva del Trabajo Infantil, conformado por representantes gubernamentales, empleadores, trabajadores y de la sociedad civil, también participan de la OIT/IPEC y UNICEF como organismos asesores.

En el 2001, el Comité, como parte de su compromiso, elabora el Plan de Prevención y Erradicación Progresiva del Trabajo Infantil y Adolescente en Chile que se enmarca dentro del contexto de la Política Nacional de Infancia establecida para el período 2001-2010.

Organismos involucrados

La base de datos del Sistema de Registro Único e Intervención de las Peores Formas de Trabajo Infantil es alimentada actualmente por Carabineros de Chile, la Policía de Investigaciones, la Dirección del Trabajo y la red de programas del Sename. Por ello, en los inicios del proyecto hubo consenso en diferenciar las dos grandes dimensiones de las peores formas de trabajo infantil:

 Trabajos intolerables: Corresponden a prácticas contemporáneas de esclavitud, es decir, cuya naturaleza atenta contra los derechos humanos de niños/as y adolescentes implicados en la actividad. Los trabajos intolerables comprenden la explotación sexual comercial y la utilización de niños en actividades ilícitas y prácticas asociadas a la esclavitud.

 Trabajos peligrosos: para la salud, seguridad y moralidad, que se realizan en condiciones ambientales inseguras o que exigen gran esfuerzo físico.

Transcendencia para las ciencias sociales

En Chile, como en otras partes del mundo, el trabajo infantil y adolescente se explica por la necesidad que tienen familias muy pobres de asegurar la subsistencia. Algunas de ellas presentan problemas de desintegración de sus hogares, abandono por parte de alguno de los padres, violencia intrafamiliar, alcoholismo e incluso drogadicción. En estos casos, el trabajo infantil y adolescente no es sino la expresión más visible de una realidad social ligada a una miseria aún más profunda que la sola falta de ingresos, es por esto que las ciencias sociales como la psicología, la sociología, entre otras son fundamentales para entender la problemática de la vulneración de los niños(as) e intervenir en ellas. Las intervenciones con los niños, niñas y adolescentes son ejecutadas, prioritariamente, por las Oficinas de Protección de Derechos (OPD), programas que luego de una calificación diagnóstica de la situación, derivan a los niños y niñas a la oferta Sename y/o comunitaria que corresponda. De igual modo, con la intención de fortalecer las estrategias para la prevención y erradicación de las peores formas de trabajo infantil, se encuentra funcionando una mesa técnica sobre la materia, la que reúne a representantes de las instituciones antes señaladas junto a Mintrab, Mineduc, Minsal, Sernatur y OIT. Su objetivo es evaluar y promover acciones preventivas y de protección para los niños y niñas vulnerables y vinculados a alguna de las peores formas de trabajo infantil, destacándose la reciente conmemoración del Día Nacional contra la Explotación Sexual Comercial y la propuesta de dos Protocolos Intersectoriales para la Atención de Niños, Niñas y Adolescentes en Trabajos Agrícolas Peligrosos y Explotación Sexual Comercial, respectivamente.

Según las estadísticas

Hasta mayo de 2011 habían sido ingresados al Sistema de Registro Único e Intervención en Peores Formas de Trabajo Infantil 3.921 casos, entre los cuales el 58,8% son niños y el 41,2% niñas. Además, el 72,7% tiene 15 y más años de edad y el 49,0% de ellos(as) no asistía a la escuela. En cuanto al tipo de actividad que desarrollaban, el 31,4% estaba involucrado en explotación sexual comercial, el 31,9% en alguna modalidad de trabajos estimados peligrosos

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