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LA FILOSOFIA Y LA FILOSOFIA DE LA EDUCACION


Enviado por   •  26 de Octubre de 2014  •  Tesis  •  7.354 Palabras (30 Páginas)  •  318 Visitas

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UNIDAD I

UNIDAD I

LA FILOSOFIA Y LA FILOSOFIA DE LA EDUCACION

1.1 Introducción

La obra de T. W. Moore pretende proporcionar una introducción breve y ele-

mental a la filosofía de la educación, que es una rama especializada de la filosofía. En primera instancia, debe decirse acerca de ambas: que clase de estudio es la filosofía y que tratan de hacer los filósofos de la educación.

No existe un consenso acerca de lo que los filósofos hacen o deberían hacer. Esto también es válido para los filósofos de la educación, entre los que hay una gran diversidad… en relación con lo que es 0 debe ser su tarea.

Debido. a lo anterior, el contenido del presente libro se ofrece con cautela. En él se presenta una, forma particular la naturaleza y el papel de la filosofía de la educación; es inevitable que sus conclusiones no sean aceptables para los que trabajan en este campo. No obstante, y aun con esas reservas se espera que este libro contribuya a capacitar al principiante en la materia y tal vez a tomar parte en el debate acerca de eje principal de la filosofía y el papel de la filosofía de la educación en el pensamiento educativo. En este capítulo se analizan principalmente, lo que puede llamarse filosofía general, filosofía de la educa-ción y teoría educativa.

1.2 Naturaleza de teoría educativa

La filosofía de la educación consiste básicamente en formular un comentario crítico sobre la teoría educativa, y que ésta, a su vez, consiste en varias teorías con diferentes alcances y niveles de complejidad, que van desde teorías simples sobre enseñanza hasta teorías a gran escala aliadas o asociadas con alguna posición social, política o religiosa. En lo que sigue, intentaremos mostrar cómo las teorías generales de la educación hacen surgir temas de interés filosófico, y cómo el filósofo de la educación puede reaccionar ante dichas teorías. Es necesario precisar que es un tema de interés filosófico y qué forma puede tomar la reacción del filósofo. Un “tema de interés filosófico” es aquel que da lugar a preguntas de naturaleza conceptual, acerca de la relación entre dos o más conceptos por ejemplo, entre ‘educación’ y ‘enseñanza’ o ‘autoridad’ y ‘poder’, o que revela ciertos supuestos de un argumento que, aun cuando son la base del mismo, deben hacerse patentes para permitir su evaluación por ejemplo, los supuestos acerca de la naturaleza humana o de la naturaleza del conocimiento. Los conceptos, los supuestos y los argumentos resultantes son fuentes de posible interés filosófico y la reacción del filósofo cuando se enfrenta a ellos sería la de iniciar el análisis de conceptos para saber, tan claramente como sea posible, qué significan así como extraer y examinar los supuestos involucrados en el argumento, a fin de evaluarlo para su posterior aceptación o rechazo.

Ya se ha especificado la naturaleza de una teoría general de la educación. Una teoría general difiere de una teoría limitada porque pretende dar un programa comprehensivo para producir un determinado tipo de persona, un hombre educado, mientras que la teoría limitada se preocupa por asuntos educativos específicos, como la manera de enseñar una asignatura o cómo tratar a los niños de cierta edad y ciertas capacidades. En La República, Platón ofrece varias teorías relacionadas con la educación, por ejemplo, cómo dar al niño un sentido del orden y la regularidad de la naturaleza, el papel de los poetas y la poesía en la educación, cómo hacer que los futuros soldados sean fuertes y saludables, etc., pero todo enmarcado en una teoría general que intenta producir un cierto tipo de individuo que sea capaz de conducir al Estado. Emilio, de Rousseau, contiene muchas teorías útiles sobre entrenamientos sensorial, físico, para la auto confianza y para la conciencia social, pero también ofrece esas teorías dentro del marco de una teoría más general diseñada para proporcionar lo que él llama una educación “acorde con la naturaleza” que pretende producir un “hombre natural”.

Toda teoría general de la educación contiene un cierto número de teorías particulares y limitadas dentro de sus recomendaciones globales para la práctica. Sin embargo, lo que caracteriza a dichas teorías, sean limitadas o generales, es su estructura lógica. Cualquier teoría práctica implica un conjunto de supuestos y conjeturas que son la base de un argumento. Toda teoría general está compuesta de suposiciones generales, una de las más importantes es el compromiso con un valor,

con una finalidad valiosa que sea factible de alcanzar; en este caso, una noción general del hombre educado. Esta teoría también tiene supuestos acerca del material con el que se trabaja, la naturaleza de los alumnos o, más general, la naturaleza del hombre, la naturaleza del conocimiento y las habilidades, así como la efectividad de diferentes métodos pedagógicos. Todos estos supuestos constituyen las premisas de un argumento cuya conclusión es un conjunto de

recomendaciones prácticas respecto de lo que debe hacerse en la educación.

Los principales puntos de interés filosófico en este campo son: conceptos como “educación” y “hombre educado”; supuestos sobre la finalidad a alcanzar; acerca de las características de un hombre educado; respecto del conocimiento y sus métodos, y un argumento que se ofrece como apoyo a las recomendaciones prácticas.

2. METAS EDUCATIVAS

El supuesto más importante de una teoría general de la educación está relacionado con la finalidad que se pretende alcanzar. En principio, debe haber un compromiso con un valor y el requisito lógico de la existencia de una teoría. Todas las teorías prácticas, sean limitadas o generales, deben empezar con alguna noción de la finalidad que se desea lograr. Formalmente puede decirse que una teoría general sólo tiene una meta: producir un cierto tipo de persona, un hombre educado. El interés aquí reside en saber cómo se da un contenido sustancial a esta meta formal. Hay dos formas de hacerlo. La primera consiste en desarrollar un análisis del concepto ‘educación’, para elaborar en detalle los criterios que gobiernan el uso del término; éstos serán los criterios que nos permitan distinguir al hombre educado del que no lo es. La tarea de elaborar dichos criterios recae en el filósofo analítico de la educación.

El término ‘educación’ puede usarse de varias formas. En uno de sus usos, este término funciona de una manera más o menos descriptiva;

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