AMENAZAS OCONTRA LA SEGURIDAD NACIONAL - TRAFICO ILICITO DE DROGAS

AMENAZAS OCONTRA LA SEGURIDAD NACIONAL – TRAFICO ILICITO DE DROGAS

Se define una amenaza como una actividad o situación que implican o conlleva riesgos de daños, trastornos y efectos nocivos para la seguridad en uno o más campos de la actividad nacional. Son provocadas, ejecutadas o causadas por opositores, adversarios o enemigos del Estado, internos o externos. Las amenazas, al materializarse, se convierten en conflictos.

En cuanto al tráfico ilícito de drogas (TID) ha dejado de ser un problema eminentemente policial para pasar a ser un problema de seguridad nacional. Esto debido a las gigantescas ganancias ilegales que le da al narcotráfico un gran poder corruptor a todo nivel, afectando a la sociedad en su conjunto (políticos, jueces, policías, militares, autoridades locales, periodistas, etc.). Una nación no puede subsistir con una mafia enquistada que corrompe a sus miembros.

El Tráfico Ilícito de Drogas (TID), está constituido por todas las actividades violatorias de las leyes que norman el uso de drogas y sus restricciones o prohibiciones. Las principales son:

– El cultivo y cosecha de plantas que serán utilizadas para la fabricación de drogas ilícitas.

– La elaboración de todo tipo de drogas ilícitas, sea empleando insumos de procedencia agrícola, química u otra.

– La comercialización de drogas ilícitas

– El transporte y comercialización de insumos químicos o precursores, empleados para la fabricación de drogas ilícitas.

– Lavado de dinero y activos y, delitos conexos.

– Adicionalmente ,las organizaciones dedicadas al TID están involucradas en delitos contra la Seguridad Ciudadana y la Seguridad del Estado, por la comisión de asaltos, robos y asesinatos empleando sicarios y, ataques a poblaciones, a las Fuerzas del Orden y Autoridades, mediante su alianza con remanentes del terrorismo.

Es innegable que pese a les esfuerzos del Gobierno y de los órganos encargados del luchar contra el TID no hay avances significativos, por el contrario parece que el Estado se ha aletargado, ha perdido la iniciativa, cediéndola a las mafias del TID, que avanzan creando nuevos y mayores espacios de producción y comercialización de drogas en el territorio nacional.

Es que una lacra como el TID, que tiene una connotación de carácter global, transnacional, que dentro de su cadena de producción (desde campesinos hasta los barones de la droga) trae consigo una serie de problemas de orden social, ambiental, de salud pública, económicos, y sobre todo delincuencial (corrupción, lavado de activos, sicariato, etc), tiene que ser enfrentada con una estrategia integral; sobre todo porque el enemigo es una organización criminal con mucho poder económico y que viene desarrollando una estrategia paciente para obtener el poder político.

Frente a ello, la gran debilidad de la respuesta del Estado ha sido no diseñar una política pública con una connotación de política de Estado. En cada gobierno se modifica la Estrategia Nacional de Lucha contra el TID, lo que no solo le quita continuidad sino consistencia.

En ese escenario, surgen iniciativas dispersas de todo orden, como por ejemplo las legislativas, una de ellas la participación de las FFAA en la lucha contra el TID, que al no ser consensuadas, genera una discusión política, enfrentamiento entre poderes del Estado, etc, que al final motivan la pérdida de confianza de la ciudadanía.

Queda claro que el tráfico ilícito de frogas en el Perú es percibido como una seria amenaza a la seguridad, en cuanto afecta negativamente la salud de las personas, incrementa significativamente los niveles de violencia e inseguridad ciudadana, genera una cultura del miedo, ocasiona una corriente de comercio sexual y explotación de mujeres y niños, y produce crisis

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