ARTICULO DE OPINIÓN (BULLYING)

ARTICULO DE OPINIÓN (BULLYING)

Minimizar el bullying cotidiano entre niños y adolescentes en México es inadmisible, sí es inadmisible aquello que desempolva los abusos propios de la niñez entre pares de los 90’s, a los 80’s y los 70’s para concluir, sueltos de miedo “era normal” o “no me ha pasado nada”.

¿Es lo normal? ¿No me ha pasado nada? Señores, si nos ha pasado algo. Considerar “nada” a la violencia, aceptarla como parte de la vida, de la niñez, es grave y es el espejo de una sociedad que cuenta homicidios principalmente por su escasa capacidad para resolver conflictos más que por la delincuencia o el crimen organizado.

El bullying es violencia, lo fue ayer, lo es hoy, lo será mañana; una violencia inaceptable. México tiene un nivel declarado de violencia escolar entre pares del 58.8%, seis de cada diez estudiantes de entre once y dieciocho años son víctimas de algún caso de violencia.

Las formas más comunes de esa violencia escolar entre pares son de carácter verbal y psicológico, ya sea por insultos, apodos, rumores y agresiones por medios electrónicos. Tampoco son aisladas las acciones directas como la sustracción de pertenencias y golpes; lo dice la Unicef.

La convención sobre los Derechos del Niño de las Naciones Unidas garantiza sin discriminación alguna, el derecho a la vida, el respeto a su honra y reputación y su desarrollo físico, emocional, cognitivo y social.

Para el sistema educativo mexicano se identifican dos tipos de faltas por está forma de violencia: graves (maltrato verbal o físico) y muy graves (publicaciones difamatorias).

El agresor es otro de los agentes importantes. Sí, sin duda. En la mayoría de los casos no es más que una víctima de unos padres maltratadores, distantes o irresponsables; pero a veces nos sorprendemos ya que en algunos casos son hijos de unos padres aparentemente encantadores y normales. Aquí es donde está la trampa, en las apariencias. Un buen maltratador no suele ir levantando sospechas. Un padre ausente no puede mostrarlo a los cuatro vientos. Repito, en muchos casos no suele ser más que una víctima que está repitiendo lo que ve en casa o que está creciendo sin normas sociales, sin valores y sin una guía o un modelo constructivo.

Los cómplices que toleran el acoso y el maltrato son otro de los agentes importantes en un proceso de 'bullying'. Entiendo la presión que tienen que soportar.

O estás conmigo o estás en contra mío, les dice el maltratador. Quien lea esto, por favor, infundan seguridad, compromiso, criterio y valor a la gente que los rodea para que no se dejen maltratar y para que no toleren cualquier tipo de amenaza, acoso o maltrato. Lo que no quiera para alguien que no lo quiera para ningún compañero suyo.

Solo me queda una pieza del complicado entramado que tolera, permite, potencia o sufre el 'bullying': los padres de la víctima. Los padres tienen que asumir una responsabilidad veinticuatro horas al día, siete días a la semana. Los niños, no tienen la oportunidad de escogernos. Nos han traído a este mundo, así que tienen la obligación de enseñarnos a vivir en él. Tenemos que enseñar a nuestra gente querida a sentirse seguros, a quererse y a no dar crédito a lo que cualquier persona pueda decir de ellos. Enseñándonos que no hace falta que sean amigos de todo el mundo, que es mejor estar aparentemente solo que aparentemente mal acompañado, enséñales a que se acepten y que no dejen de ser como son por presión de otros niños o por pertenecer a un grupo, enséñales a tener criterio propio, a no tener miedo de nadie, a denunciar las amenazas, a analizar a las personas y relacionarse de igual a igual con otros niños. Enséñales que nadie es más que nadie y que nadie es menos que nadie.

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