Actividad 5: Crónica. Lluvia que arrastra la vida.

Actividad 5: Crónica.

Lluvia que arrastra la vida.

El 21 de agosto de 1991 en la colonia valle verde en Tultitlan estado de México; aproximadamente a las quince horas comenzó a caer una lluvia ligera que no parecía diferente a las de los días anteriores.

Sin embargo pasaron apenas quince minutos cuando el cielo como si estuviera furioso lanzo hacia la tierra sus peligrosos rayos y cientos de litros de agua. Rápidamente mi casa comenzó a llenarse de agua, a los más jóvenes nos pareció divertido ver como entraba el agua a la casa, pero al mirar por la ventana vi a una señora que corría tras su pequeño que era arrastrado por el agua, y dos perritos tratando inútilmente de levantarse.

De inmediato corrí a avisarle a mi padre que estaba sacando el agua como podía para no abrir la puerta; dejo lo que hacía y salió por la ventana corriendo tras el niño pero no lo pudo alcanzarlo, pues abajo había un canal que se estaba llevando el agua y con ella todo lo que encontraba a su paso.

Paso aproximadamente una hora y quince minutos cuando la lluvia cesó repentinamente. Vi que mi padre regresaba por fin con el niño, pero pude notar que estaba llorando. El niño había muerto y no encontraba a su mamá, lo metió a la casa por la ventana, y regreso a ayudar a más personas.

Vi a ese niño ahí, inmóvil, sin respirar; mi madre llorando lo cubrió con una cobija cuando se escuchó un chillido que me erizo la piel, era la madre del niño venia ensangrentada, y llorando, entendí que hiso todo lo posible para salvarlo pero no resulto y me puse a llorar.

Después de un rato pudimos salir, lo que vi me sorprendió tanto como a los demás; al mirar hacia abajo vi que el canal llevaba una inmensa cantidad de agua, con tanta fuerza que por el sonido parecía que seguía lloviendo.

Ese día, no solo cayó agua del cielo, también cayeron lágrimas de las madres padres y familias que perdieron a sus hijos, sus hogares y todo lo que poseían. Lo que con tanto trabajo habían logrado.

Personas con lazos trataban de sacar a las personas que aun pasaban arrastradas por la corriente, la mayoría de ellos niños y mascotas.

En el lugar, los servicios de emergencia estaban muy lejos y no había teléfono, así que solo contábamos unos con otros, un médico de una colonia cercana fue a auxiliar a los heridos y de inmediato un grupo de personas se pusieron a su disposición.

Cuando la corriente de agua se calmó los vecinos comenzaron a sacar las cosas que habían sido arrastradas tratando de encontrar más personas, pude ver a dos niños y una mujer tendida en el suelo sin

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