Alcoholismo En Guatemala

Introducción

El alcoholismo ha sido desde que el alcohol es legal, uno de los problemas más grandes a nivel mundial, causado por diversos motivos las personas ha decidido recurrir a bebidas alcohólicas para la “Solución de sus problemas” problema del cual ya no pueden salir, el alcoholismo no sólo afecta a la persona alcohólica, sino también a su ambiente social, como su familia y amigos.

El alcoholismo ha sido definido por la OMS (Organización Mundial de la Salud) como: La ingestión diaria de alcohol superior a 50 gramos en la mujer y 70 gramos en el hombre.

El alcoholismo es un problema grave en la salud debido a la dificultad del alcohólico para dejar el consumo del mismo, llegando muchas veces a la recaída. Asociaciones como Alcohólicos Anónimos tienen como propósito el facilitar la rehabilitación de las personas que presenten este trastorno. 

El alcoholismo.

La palabra alcohol proviene del árabe alkuhul, que se refiere al “espíritu” del vino, y es una droga legal que contiene un componente altamente adictivo que se llama etanol. El alcohol es un sedante y un depresor del sistema nervioso central. El alambique, aparato para destilar el alcohol, fue inventado también por los árabes por los años 800, e introducido en Europa hacia 1250. En esos años, el contenido máximo de alcohol de las bebidas nunca sobrepasaba del 12 al 14%. En la actualidad, se encuentran bebidas con concentraciones de alcohol hasta del 40%.

Los efectos del alcohol probablemente han sido conocidos por la humanidad desde los principios de su historia, pues las condiciones necesarias para su producción han existidos desde hace milenios: azúcar, agua levaduras y temperatura adecuada. Los efectos pueden aparecer al cabo de diez minutos y alcanzan su máximo punto en un lapso de 40 a 60 minutos. Se considera que las dosis bajas fluctúan entre 0.02 y 0.06 %, mientras que las dosis letales sobrepasan el 0.50%.

Si el consumo de alcohol es crónico, el cerebro se va adaptando al alcohol, es decir, cada vez es menos sensible a los efectos del consumo, por lo que la dosis debe incrementarse gradualmente para obtener el mismo efecto de las primeras ingestas de alcohol. A medida que las neuronas se van adaptando a dosis cada vez más altas de esta sustancia, funcionan de forma aparentemente normal a pesar de estar en grandes concentraciones de alcohol. La ausencia de signos de afectación cerebelosa, como incoordinación motora con una alcoholemia de 1.5 g/l demuestra que existe tolerancia.

La OMS define el alcoholismo como la ingestión diaria de alcohol superior a 50 gramos en la mujer y 70 gramos en el hombre. Las personas en riesgo de desarrollar alcoholismo abarcan: los hombres que toman 15 o más tragos a la semana; las mujeres que toman 12 o más tragos a la semana; cualquier persona que tome 5 o más tragos por ocasión, al menos una vez por semana.

El consumo crónico de alcohol produce tanto efectos físicos, como psicológicos y sociales. Entre los efectos físicos, cabe mencionar la cirrosis, cardiopatías, trastornos gastrointestinales, trastornos en la piel, músculos y huesos, diabetes y malnutrición. Además de estos efectos físicos, también se pueden producir trastornos psicológicos, por ejemplo, la persona puede presentar delirium, trastorno psicótico inducido por alcohol, trastornos de ansiedad, e incluso se sabe que el consumo de alcohol induce a la persona a volverse adicto a otras sustancias, la más común, la nicotina. Y entre los efectos sociales el más grave es la violencia en el ámbito familiar.

En la actualidad, se ha comenzado a detectar que el consumo de alcohol, en algunas personas se mezcla con un trastorno alimenticio. Estas personas sustituyen las calorías que deberían de ingerir a través de los alimentos, por las calorías que ingieren en bebidas alcohólicas. Estas personas pueden incluso llegar a utilizar determinados fármacos para inhibir la sensación de hambre. Otra variante de este trastorno alimenticio es que tienen atracones de comida, luego atracones de bebida y por último inducen el vómito para deshacerse de las calorías ingeridas.

Por otro lado, se han realizado estudios que demuestran que los jóvenes universitarios, tienen la creencia que mientras más alcohol consuma, tienen más oportunidades de obtener una relación sexual.

Mientras más relaciones sexuales tienen bajo los efectos del alcohol, refuerzan esta creencia y por lo tanto, creen necesitar ingerir alcohol para tener relaciones sexuales. Además del consumo excesivo de alcohol, esto presenta otro problema: mientras mantienen relaciones sexuales bajo el efecto del alcohol, olvidan usar protección, por lo que los embarazos no deseados aumentan así como las enfermedades de transmisión sexual.

Entre los tratamientos para el alcoholismo, el más conocido son los grupos de apoyo, que utilizan el programa de los doce pasos para reducir el consumo de alcohol y lograr la abstinencia. A través de este programa, se trata de que la persona que sufre de alcoholismo tenga un despertar espiritual que elimine su deseo de beber. Esta persona se compromete también a tratar de convencer a otros bebedores a hacer lo mismo. Los grupos de apoyo son recomendables especialmente, cuando el paciente ya ha pasado por los síntomas de abstinencia. Cuando el alcohólico decide dejar de beber, pueden aparecer síntomas de abstinencia en las siguientes cinco a diez horas después de la última bebida alcohólica. Cuando los síntomas de abstinencia son severos, se recomienda hospitalización y el uso de fármacos.

La investigación realizada nos lleva a tomar en cuenta los Criterios diagnósticos, establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) donde se encuentran los siguientes conceptos:

Consumidor de riesgo

Aquel que se asocia a una mayor probabilidad de manifestar patologías asociadas al consumo de alcohol; el riesgo aumenta progresivamente una vez rebasado el límite ya señalado como prudente.

Adolescencia

Etapa de maduración entre la niñez y la condición de adulto. El término denota el periodo desde el inicio de la pubertad hasta la madurez y suele empezar en torno a la edad de catorce años en los varones y de doce años en las mujeres. Aunque esta etapa de transición varía entre las diferentes culturas, en general se define como el periodo de tiempo que los individuos necesitan para considerarse autónomos e independientes socialmente.

Alcohol

Término aplicado a los

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