Alcoholismo. Tolerancia al alcohol

ALCOHOLISMO

En la sociedad actual el consumo recurrente de alcohol es visto desde nuestra perspectiva como algo normal, siempre dependiendo del contexto; por ejemplo en las reuniones familiares, fiestas o reuniones laborales es normal el consumo de esta bebida, de esta manera afianzamos los lazos entre semejantes, pero existen formas que van más allá de lo moderado y éstas tienen nombres y a lo largo de este trabajo las revisaremos.

¿Qué es el alcohol?

“El etanol o alcohol etílico-constituyente fundamental de las bebidas alcohólicas-es un líquido incoloro inflamable que se obtiene por medio de la fermentación natural o por destilación”(Moreno, 2011, p. 32).

El alcohol es un carbohidrato que al absorberse desde el estómago genera una buena cantidad de energía, por tanto deducimos que es un alimento, aunque dicho alimento es engañoso pues debido a su contenido produce efectos intoxicantes que impiden que esta pueda ser aprovechada.

Algo más que podemos decir sobre el alcohol, y que considero importante es que es una droga, es decir es una sustancia de origen natural que tras su frecuente consumo produce dependencia o adicción, pero a diferencia de otras el alcohol es legal, al igual que el tabaco.

Dependencia al alcohol

La dependencia al alcohol, según Moreno (2011). “...se refiere a la necesidad de ingerir dosis repetidas de alcohol con la finalidad de obtener ciertos efectos deseados o para evitar el malestar que provoca la interrupción del consumo” (p. 34). La persona dependiente a esta sustancia psicoactiva frecuentemente continúa con su consumo a pesar de que este signifique daños físicos y/o mentales a su persona. Cuando la ingesta alcohólica se vuelve una administración consecutiva el organismo poco a poco puede volverse tolerante, esto significa que cada vez será menos sensible a los efectos provocados por la droga, causando que el cerebro se adapte a la presencia de la sustancio dando lugar a la neuroadaptación.

Tolerancia al alcohol

La tolerancia al alcohol se da a lugar con el consumo continúo de esta sustancia, se produce cuando el organismo ya está tan acostumbrado a la presencia de alcohol que, como ya mencioné anteriormente, se vuelve menos sensible a los efectos que al principio eran más fuertes, por así decirlo, y en consecuencia los consumidores buscan ingerir más alcohol del que al inicio bebían con la intención de obtener la misma intensidad de los efectos que le eran provocados, esto sin tomar en cuenta el riesgo en que ponen a su salud. Esto, sin mencionar que esta ingesta recurrente los encamina a al desarrollo de una dependencia o alcoholismo.

Embriaguez (etapas)

Las bebidas embriagantes disminuyen la frecuencia respiratoria y cardiaca y el buen funcionamiento del cerebro… El etanol permanece en el torrente sanguíneo hasta que el hígado lo descompone. La cantidad de alcohol en la sangre se denomina “nivel de alcoholemia”: si la persona bebe más rápido de lo que el hígado tarda en descomponer la sustancia, la alcoholemia se elevará.

La ruta del alcohol

¿Cómo se absorbe?

• El alcohol entra al cuerpo vía oral y pasa por el tubo digestivo hasta llegar al estómago, ahí se absorbe el 20 por ciento.
• Posteriormente pasa al intestino delgado y se completa la absorción.
• Ya en la sangre, el alcohol circula por todo el cuerpo y llega al cerebro.

¿Cómo se elimina?

• El hígado es el encargado de metabolizarlo a ritmo constante.
• Los riñones recolectan las sustancias resultantes que son filtradas y luego enviadas a la vejiga.
• En la vejiga se almacena la orina, la cual es más abundante que la normal; luego será eliminada.
• Una mínima parte se elimina por exhalación, por la orina, las heces y el sudor.^[1]

Daños físicos y mentales

De acuerdo con Moreno (2011). “El consumo de bebidas alcohólicas provoca un deterioro gradual de diversos órganos y es un factor de riesgo para la aparición de enfermedades incapacitantes y muerte prematura “ (p. 45).

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