Alimentos Transgenicos

10

Aspectos legales de los alimentos transgénicos

Antes de abordar este capítulo sobre determinados aspectos jurídicos de la materia conviene matizar que, de ahora en adelante, usaremos el concepto “organismo modificado genéricamente” (OMG), pues es el que utiliza la legislación vigente, en vez de aludir a “alimentos transgénicos” no son sino OMG o alimentos que los contiene.

En el Apéndice 3 puede encontrar el lector el repertorio de la legislación europea y española aplicable en razón de la materia y ordenado cronológicamente.

10.1 ¿Son nuestras leyes cautelosas o permisivas?

La regulación de la OMG se ha llevado a cabo en el seno de la Unión Europea (UE), mediante Reglamentos (que son norma fija los criterios a seguir y establece un plazo en que los estados miembros tendrán qu legislar en su país aplicando tales criterios.) Se pretende así unificar posiciones que facilitan el funcionamiento del mercado común.

A finales de la década de los ochenta, el legislado comunitario empieza a tomar posiciones frente las nuevas invenciones biotecnológicas, que se recogen en la directiva 90/220/CE, adaptada (es decir, reformada) al progreso técnicos en varias ocasiones y que ya ha sido desarrollada en España. Esta directiva define los OMG como “organismos cuyo material gen5ético ha sido modificado de una manera que ni acaece en el apareamiento y/o la recombinación naturales”

En ella se permite y protege la investigación y experimentación con OMG (“liberación intencional”) y la posterior comercialización de productos que los contengan, siempre que se realice de manera gradual, paso a paso y caso por caso, con las debidas autorizaciones nacionales y comunitarias, que deberán tener en cuenta los posibles riesgos para la salud humana y el medio ambiente.

10.2 ¿Debe ser informado el consumidor acerca de si un alimento contiene o no OMG?

Ante el avance biotecnológico los consumidores se encuentran, en su mayoría, desconcertados y con un gran desconocimiento de la materia. Por ello sería razonable que se respetaran sus derechos básicos como el de ser informados acerca de por qué y cómo se producen estos nuevos alimentos, a tener la garantía de unos controles eficaces por parte de entidades oficiales independientes, y a ser libres de poder elegir entre alimentos que hayan sido o no modificados genéticamente; en definitiva, “el derecho a saber y libertad de elección”. En este sentido, y para proteger la Salud Pública, se viene reclamando desde distintos sectores de la sociedad ( organizaciones de consumidores, grupos ecologistas, etc. ) el diseño de un sistema de etiquetado de los alimentos transgénicos que sea obligatorio, fácil de entender y que cubra todos los productos transgénicos

...