Arbol De Las Tres Raices
jeanyaza18 de Marzo de 2012
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EL ÁRBOL DE LAS TRES RAÍCES COMO FUNDAMENTO IDEOLÓGICO DE LOS CÍRCULOS BOLIVARIANOS
Introducción
Vivimos efectivamente, una era donde las ideologías parecieron extinguirse. “El fin de las ideologías”, la han llamado no pocos estudiosos de la época.
El fenómeno adquiere mayores proporciones en América Latina y particularmente en Venezuela, donde la gran mayoría de los partidos políticos surgidos paralelamente al proceso de industrialización, derivaron en organizaciones de corte populista, totalmente vacías de contenido ideológico.
Por otra parte, se ha hecho persistente la tendencia de nuestros pensadores contemporáneos a buscar modelos en otras latitudes para importarlos y tratar de implantarlos en nuestras sociedades.
Mientras tanto nuestros pueblos se han ido alejando de nuestras raíces históricas, allí donde seguramente se encuentran las claves para descifrar el terrible enigma que nos mantiene en un ir y venir por el abismo de la historia, ya a las puertas del siglo XXI.
Las ideologías son ayudas de navegación para surcar los tiempos y los espacios, dándole rumbos precisos a las sociedades y a las naciones.
Y es precisamente en este marco desideologizado y con el propósito de hallar recursos válidos para que nuestro pueblo avance por el mapa intrincado y complejo del futuro, que nos hemos atrevido a invocar un modelo ideológico autóctono, y enraizado en lo más profundo de nuestro origen y en el subconsciente histórico del ser nacional.
En la médula del pensamiento de Don Simón Rodríguez se encuentra la simiente de un proyecto de sociedad original, basado en la Educación popular y la creatividad. Simón Rodríguez concibe la idea concreta de la República y talla las formas del Estado Nacional y las líneas geohistóricas de su proyección en el tiempo.
Pensamientos
“¿Dónde iremos a buscar modelos? La América Española es Original. Originales han de ser sus instituciones y su Gobierno. Y originales los medios de fundar unas y otro. O inventamos o erramos. “La América no debe imitar servilmente, sino ser original.” Rodríguez, Simón
Ud. formó mi corazón para la libertad, para la justicia, para lo grande, parar lo hemos. Yo he seguido el sendero que Usted me señaló.
BOLÍVAR, SIMÓN.
Pativilca, 19 de enero de 1824
Al Señor Simón Rodríguez.
“...La causa que sostenemos, que no es otra que la verdadera causa de los pueblos, la República Genuina, la Federación, vuestro heroísmo debe ser premiado con el triunfo de los principios y el derrocamiento consiguiente de la tiranía. ¡Viva la federación! ¡Viva la verdadera República! ¡Viva para siempre la memoria de los patriotas de nuestra independencia, que los hombres del 5 de julio de 1811, los que en el acta gloriosa dijeron a los pueblos: FEDERACIÓN!
Que se cumpla pues, después de tantos años...”
Zamora Ezequiel
23 de febrero de 1859
El árbol de las tres raíces
¿Cuál es la razón de que estemos aquí y ahora, anunciando y promoviendo cambios profundos, al comenzar la última década de este siglo “perdido?.”
Pudieran enunciarse infinidad de causas, pequeñas y grandes, pasadas y presentes, estructurales y coyunturales, para exponer a los hombres de esta hora, tal razón. Sin embargo, todas las que aquí pudieran señalarse, serían tributarias de una sola corriente, cuyo cruce viene de muy lejos y cuyo lecho aparece y desaparece de manera intermitente en los recovecos y vueltas, casi siempre oscuros, de la historia patria.
Existen entonces compatriotas, una sola y poderosa razón: Es el Proyecto Simón Rodríguez (El Maestro), Simón Bolívar (El Líder) y Ezequiel Zamora (El General del Pueblo Soberano), referencia verdaderamente válida y pertinente con el carácter socio histórico del ser venezolano, que clama nuevamente por el espacio para seMBRarse en el alma nacional, y conducir su marcha hacia la segunda 21ª centuria.
El Clamor se hace indetenible por los caminos de Venezuela. Se acerca y se hace torrente, se confunde en el estremecimiento del pueblo venezolano.
Este proyecto ha renacido de entre los escombros y se levanta ahora, a fines del Siglo XX, apoyado en un modelo teórico político que condensa los elementos conceptuales determinantes del pensamiento de aquellos tres preclaros venezolanos, el cual se conocerá en lo adelante como SISTEMA EBR, el Árbol de las tres Raíces: la E de Ezequiel Zamora, la B de Bolívar y la R de Robinson. Tal proyecto, siempre derrotado hasta ahora, tiene un encuentro pendiente con la victoria.
Nosotros, simplemente, vamos a provocar dicho encuentro inevitable. Y en el pensamiento de Ezequiel Zamora se consigue el símbolo de la plena soberanía popular y adquiere preponderancia el carácter igualitario de la lucha social, así como el concepto de la democracia como forma de gobierno.
Las tres líneas de pensamiento convergen y producen una sola resultante, perfectamente compatible con el carácter social venezolano y latinoamericano.
Sigamos entonces su rumbo y retomemos la esperanza perdida. Orientemos la nave con el faro de los tiempos.
¡Nuestro pueblo no tiene otra alternativa!
El sistema EBR
Primera Raíz: Raíz robinsoniana
“La historia de América Latina... lo dejo de lado... De ese exilio, olvidado de intención o desacierto en las perspectivas, traemos a este Simón Rodríguez al que la historia solo consciente en legitimar: como preceptor de Simón Bolívar.....
Se nos viene en indumentaria de transeúnte de variados mundos,... Viejo observador de las revoluciones del siglo. Se nos viene con su traza de inadaptado e indiferente, lúcido y estrafalario,... filósofo. , preavisado y avisador,... reiterador de preguntas completas. Inventar discrepante y descalificador para pasado mañana... Trabaja su proyecto para la fundación de patrias criollas. Acompañándolas de reflexiones al día para el día siguiente. Es el futuro el que carga en sus hombros de solitario impaciente.”
Su vida es andariega, gozosa, controversial, excedida en gastos de energía... Sabe bien reír. Sabe hacerse pretextos a la risa. Sabe correrse a la burla. Su alegría no es ocasional. Era su método de vivir y enseñar”.
(Dardo cuneo)
En la historia de la filosofía política venezolana existe un modelo teórico primigenio, al cual vamos a llamar en adelante robinsoniano, por haber emergido de la mente y de la praxis de aquel compatriota que cambió su nombre original de Simón Rodríguez por el de Samuel Robinson.
El modelo Robinsoniano fue construido en un poco más de medio siglo, desde la época de las mocedades de Robinson, maestro de los niños caraqueños, cuando escribe en 1794 sus reflexiones sobre los defectos que vician la escuela de primeras letras de Caracas y los medios para lograr su transformación en “un nuevo establecimiento”, hasta su propia ancianidad, cuando en 1851 publica sus “Consejos de Amigo, dados al colegio de Lacatunga”
El modelo se fundamenta en un sistema de ideas que puede ser perfectamente enmarcado dentro de una profunda disyuntiva existencial, en la cual se deslinda claramente una dicotomía en movimiento arrollador: o inventamos o erramos.
Como todo sistema ideológico, el modelo está integrado por un conjunto de elementos conceptuales fuertemente interconectados entre sí, los cuales constituyen la estructura sistémica Robinsoniana.
El estudio del modelo desde su génesis hasta su desarrollo, demuestra que tal estructura permanece inalterable y obedece a la misma disyuntiva de inventar nuevas instituciones para las nacientes repúblicas latinoamericanas, o de errar el camino, cayendo en el simplismo de copiar modelos de otros tiempos, otras
actitudes y otros hombres. Es decir, si no inventamos, caemos fatalmente en el error.
En “Sociedades Americanas” (1842); Simón Rodríguez se encarga de delinear la disyuntiva:
“¿Dónde iremos a buscar modelos? La América Española es original. Originales han de ser sus instituciones y su gobierno. Y originales los medios de fundar unos y otro. O inventamos o erramos”. Simón Rodríguez
Es en este modelo donde se inserta la raíz mas profunda del SISTEMA EBR. Precisamente en la R de la raíz Robinsoniana.
EL SISTEMA EBR
Segunda Raíz: Raíz bolivariana
“Así está Bolívar en el cielo de América, sentado aún en la roca de crear, con el inca al lado y el haz de banderas a los pies. Así está él calzadas aún las botas de campaña, porque lo que el no dejó hecho, sin hacer está hasta hoy; porque Bolívar tiene que hacer en América todavía.” José Martí
El modelo Robinsoniano trasciende, sin embargo, el personaje, El Maestro, para generar y servir de base a otro de mayores dimensiones, no en lo filosófico, sino en su proyección histórica y geográfica: EL MODELO BOLIVARIANO. Este se impulsa sobre aquel y se siembra en un extenso territorio, con la misma semilla dicotómica de inventar una nueva sociedad en la América Española; o errar tratando de copiar viejos modelos impertinentes a nuestro escenario.
Los elementos conceptuales que forman el modelo bolivariano son más complicados, pero no por ello es imposible identificar una estructura perfectamente homóloga con el modelo Robinsoniano. Ambos son productos de una época y resultan de un proceso de observación y praxis sobre una misma situación fenoménica.
Simón Bolívar, el Líder, inscribe su doctrina en la dicotomía Robinsoniana de manera reiterativa, desde sus primeros discursos en 1811, cuando señala: “Que los grandes proyectos deben prepararse con calma. ¿Trescientos años
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